El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha participado este lunes en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, donde ha calificado la crisis del coronavirus como una “situación inédita” por tres características: severidad, temporalidad y globalidad de la perturbación.

Ante esto, ha avanzado que se van a producir los “retrocesos del PIB más abultados en tiempos de paz, no solo en España, sino en las demás economías avanzadas”. En este aspecto, reconoce un “impacto económico muy intenso, por la reducción tanto de la oferta como de la demanda de bienes y servicios”.

Asimismo, Hernández de Cos reconoce que los escenarios más benignos de hace unas semanas son ahora poco realistas y eleva la caída del PIB a entre el 9,5% y el 12,4% este año por la mayor duración de la crisis. La recuperación en 2021 sería de entre el 6,1% y el 8,5%, por lo que no alcanzaría los niveles precrisis.

Por otro lado, en el escenario de la caída del PIB más moderada, la ratio de deuda pública sobre el PIB se elevaría hasta el 115%, en línea con las previsiones del Gobierno, la Comisión Europea, el FMI y la AIReF. En el peor de los escenarios, superaría incluso el 120% del PIB.

El gobernador del Banco de España asegura que se trata de una crisis de carácter “temporal, ajena al propio funcionamiento de la economía” y que el nivel de daños económicos dependerá de la duración de la perturbación.

En esta línea, también ha reconocido que la crisis supone un “grado de incertidumbre muy elevado”, ante lo que elaboró varios escenarios con respecto a la crisis. Así, mantiene que el confinamiento en cualquier de los escenarios llevaría a una contracción “muy severa” de la economía en 2020, con una recuperación en 2021 que sería “insuficiente” para lograr los niveles precrisis.

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Problemas estructurales de España

Asimismo, recuerda que los problemas estructurales de España como la alta especialización sectorial, el reducido tamaño de las empresas y el elevado grado de temporalidad del empleo han dificultado aún más la situación.

Así, las ramas más afectadas, donde se encuentran la hostelería, el transporte, el comercio minorista o la industria automovilística suponen el 25% del PIB. En cuanto a la temporalidad, el 75% de la destrucción de empleo eran contratos temporales.

Por otro lado, el gobernador del Banco de España recuerda que es una crisis global donde la recuperación dependerá de la marcha del resto de socios comerciales ya que, según Hernández de Cos, el desarrollo entre países “no está siendo homogéneo”.

Ante esto, el Banco de España solicita que en una primera fase “las acciones de política económica sean contundentes, acotadas en el tiempo y coordinadas a escala internacional”, con el objetivo de “evitar que una perturbación de carácter temporal genere efectos persistentes en el tiempo”, según el gobernador.

El Banco de España pide una política fiscal y monetaria

“La política fiscal debe ser la primera línea de defensa”, asegura Hernández de Cos, “solo la política fiscal cuenta con los instrumentos para realizar estas acciones”. Además, reconoce que también la política monetaria debe actuar “de manera enérgica”, especialmente desde el lado europeo.

El Banco de España aboga por reforzar los mecanismos multilaterales de coordinación de políticas económicas a escala internacional, especialmente en la zona euro, por argumentos de racionalidad económica y solidaridad. En esta línea, solicita una respuesta europea adaptada a la crisis, con la creación de un mecanismo de mutualización de recursos presupuestarios y de una unión bancaria con un fondo de garantías de depósitos.

Hernández de Cos reconoce que la respuesta de las autoridades fiscales y monetarias ha sido muy significativa a nivel nacional. “Sin embargo, la respuesta económica europea ha sido, en mi opinión, insuficiente. La respuesta contundente europea no es una opción, sino una necesidad”, reconoce tajante el gobernador.

Por otro lado, pide a la política nacional una agenda de reformas estructurales ambiciosa, “que ya eran necesarias antes de la crisis por el paro, la estacionalidad y el envejecimiento poblacional”, asegura el responsable. Así, solicita “un mayor impulso presupuestario en la actualidad, que debe ir de la mano de una estrategia clara de consolidación presupuestaria”.

En concreto, se trata de un programa de consolidación presupuestaria de medio plazo, con una revisión del gasto y de la estructura y una capacidad impositiva que permita sanear las arcas públicas. En este aspecto, el Banco de España recomienda: “Esta estrategia debe implementarse una vez se supere este episodio y sus efectos económicos pero el diseño y la comunicación no deberían retrasarse” y además, solicita que se mantenga durante las próximas legislaturas.