La meritocracia que promulga la derecha neoliberal suele requerir de dos apellidos potentes, una fortuna que te abra las puertas de una universidad privada y el empujoncito final para montar tantas empresas como sean necesarias para triunfar. Desde El Viso, barrio de lujo donde los hayas en la capital, hasta montar una Sociedad Anónima Cotizada de Inversión en el Mercado Inmobiliario (socimi) con capital catalán y especular sin escrúpulos con la vivienda. Este es el recorrido seguido por José María Aznar Botella, uno de los hijísimos de la pareja de líderes del Partido Popular (PP).
El vástago del expresidente del Gobierno, José María Aznar, y la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella, no es nuevo en lo que a especular con la vivienda y desahuciar a familias se refiere. Junior demostró su capacidad para defender los intereses de los fondos buitre al retornar de su periplo por Estados Unidos, cuando se asoció con Cerberus, uno de los fondos más descarnados y que más familias ha dejado en la calle. Desempeño que también pudo aprender en casa, pues su padre trabajo para varios fondos de este estilo (Centaurus, JER Partners o Doheny) al abandonar la política.
El último de los movimientos del mayor de los Aznar Botella es la creación de Copla Living, una cadena de pisos turísticos que ve la luz en alianza con José María Xercavins, presidente de DeA Capital Real Estate, y varias fortunas radicadas en Cataluña, entre las que destaca Liliana Godia, Bruno Oliver Bultó, consejero delegado y dueño de los hoteles Abracadabrada, y Antonio Farnós de los Santos, empresario valenciano residente en Estados Unidos y cuya familia tiene hoteles en la Costa Blanca, según ha adelantado El Confidencial.
“COPLA es descubrir un nuevo concepto de alojamiento de calidad, es el lugar para el que quiere explorar nuevos destinos con la comodidad de un espacio diseñado al detalle, y la tranquilidad de tener asistencia 24/7”, vende la página web oficial, en la que se anuncian como posibles destinos Madrid, Bilbao, Sevilla y Córdoba. “Eliminamos los procesos tradicionales para que tu única preocupación sea disfrutar del destino y vivirlo como si siempre hubiera sido tuyo. Fácil, cómodo y a un click de vivir una experiencia inolvidable”, añaden.
Copla Living no tendrá los inmuebles en propiedad, sino que los arrendará para realquilarlos en modalidad turística, aunque los implicados pretende construir una socimi que si que cuente con esta propiedad y así cerrar el círculo. La puesta de largo fue un fracaso y el retorno está previsto para dentro de dos meses en Bilbao, el próximo año en la capital andaluza, en 2027 en Córdoba y en 2028 Valencia, dejando el plato fuerte de Madrid, con el duque de Alba implicado, en el aire.
Por el momento, en la página web tan solo está disponible para su alquiler el alojamiento de Sevilla, donde todo empezó. El piso ubicado en el casco antiguo de la capital hispalense cuenta con un precio por dos noches para dos huéspedes de 2.080 euros. Casas vaciadas de gente del barrio y puestas a disposición de los ricos que quieran colaborar a gentrificar y vaciar las ciudades.

El tándem Aznar-Botella
La deriva inmobiliaria del hijísimo y de los dos cabezas de familia no es algo nuevo. El expresidente del Gobierno es uno de los defensores principales de los fondos de inversión extranjeros, en tanto que habla de la "confianza" que depositan en la economía de nuestro país. Su hijo lideró Haya Real Estate, que estuvo enmarcado en la estructura de Cerberus y fue vendida a la empresa sueca Intrum por 136 millones de euros tras haber reportado beneficios millonarios durante años.
Haya Real Estate y Aznar Botella fueron responsables de varios intentos de desahucio y se estima, según medios de comunicación, que el hijo de los exmandatarios posee más de 40.000 millones de euros en activos inmobiliarios. Por la parte de Botella, aún resuena la venta de pisos sociales a fondos buitre en 2013, concretamente 1.860 viviendas públicas protegidas a dos sociedades de Blackstone por debajo del precio de mercado. La venta terminó considerándose irregular e impuso una multa para la exalcaldesa, de la que luego fue absuelta.