Axesor Rating es la primera agencia de rating que ha calificado la deuda de la ciudad de Madrid en los últimos años, dado que el Gobierno de Ahora Madrid rechazó ser calificada por agencias privadas. Esta evaluación, que no ha sido solicitada, otorga una calificación de crédito a la ciudad de Madrid de A con perspectiva Estable y una calificación de crédito no solicitada a la ciudad de Barcelona de A con perspectiva Estable.

MADRID

La calificación de crédito no solicitada de A con perspectiva Estable se basa en la firme recuperación de la economía madrileña, principalmente terciaria, con una previsión de crecimiento para 2019 del 2,6% y del 2,3% en 2020. Son tasas que incluso superarán las previsiones de Axesor Rating para España (2,3% en 2019 y 1,9% en 2020).

El PIB madrileño no solo ha sobrepasado los niveles precrisis, sino que ha mantenido un ritmo de crecimiento sostenido que en 2018 alcanzó el 3,1%, por encima de los de España (2,6%) y Barcelona (2,6%), aunque por debajo del de la Comunidad de Madrid (3,3%). El tirón de los servicios y el buen comportamiento del turismo permitirán mantener el dinamismo del mercado laboral que se ha observado en la recuperación. No obstante, Madrid no es ajena a la ralentización que sufre la economía de España. Para la ciudad, supone un foco de incertidumbre por el limitado margen fiscal que le da la legislación y el elevado volumen de deuda pública. El mercado laboral madrileño es dinámico, con una elevada tasa de ocupación, pero tiene un gran desafío en la alta temporalidad, que afecta sobre todo a los jóvenes.

La calificación de crédito no solicitada otorgada a Madrid considera positivo que esta se mantenga, junto a Barcelona, en las primeras posiciones del ranking nacional en términos de PIB y renta bruta por habitante. Pese a ello, la calificación de crédito se ve penalizada por la problemática de la desigualdad social (agudizada con la crisis), con una tasa de riesgo de pobreza y exclusión social que en 2018 fue del 26%, por encima de Barcelona (24%) y de la tasa media de las ciudades francesas y holandesas (20%) y de las noruegas (15%), aunque por debajo del 30% en media de las ciudades de Grecia e Italia.

La calificación de crédito no solicitada A con perspectiva Estable valora el saneamiento y fortalecimiento mostrado por las finanzas públicas madrileñas en los últimos años, con un superávit recurrente que ha permitido reducir dos tercios de la deuda y mejorar los niveles de liquidez. Además, Madrid ha cumplido con los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera en el último año. Sin embargo, la calificación de crédito penaliza que el Ayuntamiento de Madrid tuviera que destinar en 2018 el 14% de sus ingresos corrientes a cumplir con la carga financiera. Madrid continúa siendo la ciudad de España con mayor volumen de deuda en términos absolutos (algo más de 2.677 millones de euros), si bien es importante subrayar la considerable reducción que se ha llevado a cabo desde 2015 (algo más de 4.760 millones de euros).

Madrid, centro político, administrativo y económico de España, es la ciudad más poblada del país y la tercera de Europa, tras Londres y París. Con algo más de 3,2 millones de habitantes, la cifra está en crecimiento y se beneficia por los efectos de la inmigración (interna y externa). La calificación de crédito no solicitada de A con perspectiva Estable tiene en cuenta el adecuado marco institucional que configura el funcionamiento del Ayuntamiento, así como el sólido marco institucional español.

Tras la constitución del Ayuntamiento el 15 de junio y el reparto definitivo de concejalías (cinco y la portavocía para el Partido Popular y cuatro para Ciudadanos en un gobierno en el que VOX ha quedado también fuera de las Juntas de Distrito), se mantiene abierta la negociación en medio de marcadas discrepancias. Esto acentúa las incertidumbres en cuanto al riesgo de inacción de un gobierno en minoría, ya que puede dificultar la aprobación del presupuesto para el próximo año, con la consiguiente merma de confianza en un momento en el que Madrid tiene que afrontar vencimientos representativos del 45% total de su deuda.

BARCELONA

La calificación de crédito no solicitada de A con perspectiva Estable se basa en la evolución positiva de la economía de la ciudad de Barcelona, cuyo PIB está en línea con la media nacional de España. Desde el inicio de la recuperación, el crecimiento ha sido estable y próximo al 3%.

La economía predominantemente terciaria de Barcelona explica tres cuartas partes del crecimiento económico de los últimos años por el empuje del turismo (es la ciudad más visitada de España) y la recuperación de la actividad inmobiliaria, con un sector industrial fortalecido que también ha evolucionado favorablemente y ha contribuido en un 0,2% al crecimiento. Sin embargo, Barcelona no será ajena a la ralentización de sus principales socios comerciales, que se encuentran en Europa y cuyo crecimiento se ve amenazado por las tensiones comerciales que afectan negativamente al comercio mundial. Axesor Rating espera una ralentización progresiva de la economía barcelonesa por la menor aportación del sector exterior y el agotamiento progresivo de la demanda interna.

La buena red de infraestructuras de Barcelona le ha permitido desarrollar un tejido empresarial capilarizado, si bien la provincia sigue siendo la que ha registrado mayor número de cambios de sedes sociales hacia otras provincias españolas por las incertidumbres geopolíticas que afectan a la región.

Barcelona mantiene la tasa de desempleo más reducida de las principales capitales españolas, estimada en el 10,2% a fecha de diciembre de 2018, y la cual contrasta con el 14,3% de España y el 11,4% de Madrid mantenidas en esa misma fecha.

La calificación de crédito no solicitada de A con perspectiva Estable destaca el esfuerzo de consolidación fiscal del Ayuntamiento barcelonés, que refuerza su posición financiera, reduce endeudamiento y permite mantener un nivel de liquidez suficiente para atender los compromisos a corto plazo. Sus finanzas públicas están equilibradas, con elevado ahorro bruto y superávit presupuestario que le han permitido registrar una cifra de inversiones por habitante de las más elevadas de España. El endeudamiento de Barcelona se mantiene estable en torno al 30% de los ingresos corrientes. No obstante, el escaso superávit presupuestario agudizará la necesidad de nuevo endeudamiento para cubrir los mayores vencimientos que hay previstos en los próximos tres años. A Axesor Rating le preocupa además que, en 2018, el Ayuntamiento incumpliera con la regla del gasto, ya que ello ha supuesto una minoración del superávit estructural.

El envejecimiento poblacional, la creciente desigualdad social y el problema de inseguridad en sus calles podrían afectar negativamente al crecimiento económico de Barcelona. La ciudad tiene una tasa de dependencia próxima al 53%, en consonancia con la media nacional (53,8%), pero si consideramos exclusivamente la población mayor de 65 años, la tasa de dependencia es del 32,9%, frente al 24% de hace tres décadas. Además, aunque está entre las ciudades con mayor renta bruta por habitante (casi 36.050 euros), la población en riesgo de pobreza y exclusión social es en torno al 24,4%. A ello se suma que en 2018 volvió a encabezar el ranking de las ciudades en las que más se incrementaron las infracciones penales.

Respecto a la situación política, hay que apuntar que la elevada fragmentación del Consejo Municipal podría extender la inestabilidad gubernamental de la última legislatura. La prórroga del equipo de gobierno tras el acuerdo de Barcelona en Comú y el PSC, con el apoyo de Manuel Valls y otros dos ediles, dota de estabilidad al consistorio, aunque existen incertidumbres relacionadas con acontecimientos del pasado y las tensiones políticas que afectan a Cataluña.