ACS obtuvo un beneficio neto de 915 millones de euros en 2018, un 14,1% más que un año antes, impulsado por la aportación de su participación en Abertis y la contribución del negocio internacional, según informó la compañía.

El grupo que preside Florentino Pérez se anotó una aportación de 175 millones de euros por su participación en el grupo de autopistas, pero sólo por la mitad del ejercicio, desde que en junio culminó la OPA que lanzó al grupo junto con la italiana Atlantia.

Será en 2019 cuando ACS registre durante todo un año la contribución de Abertis, que se anota por la participación directa del 30% y la indirecta del 20% que tiene a través de su filial alemana Hochtief.

En el ámbito operativo, la compañía de construcción y servicios elevó un 5% su cifra de negocio durante el pasado año, hasta sumar 36.659 millones de euros.

El 87,3% de esta facturación provino del negocio internacional y sólo un 12,3% se generó en España. Estados Unidos se mantiene como primer mercado del grupo por ingresos, al aportar el 38,2% de la facturación total, por delante de Australia, que generó otro 20,1%, y del mercado doméstico.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, creció un 6,9% y cerró el año en 2.437 millones, si bien la progresión aumenta hasta al 13% en el caso de descontar el impacto de los tipos de cambio de moneda ante la revalorización del euro.

En el capítulo financiero, ACS mantiene su balance limpio de deuda a pesar de la operación de toma conjunta de Abertis con Atlantia y el 'macrocrédito' de casi 10.000 millones que los socios firmaron para acometerla.

Ello es consecuencia de que será la firma italiana la que consolide este pasivo en su balance por contar con una participación del 50% más una acción en Abertis.

Reactivación del negocio en España

ACS detecta una "reactivación" en el negocio en España, derivada tanto del "impulso" en la ejecución de instalaciones de generación de energías renovables, como de la "recuperación" de la actividad constructora.

En concreto, este tradicional negocio constructor reportó al grupo 28.785 millones el pasado año, un 5,7% más, si bien más de la mitad (el 54%) provino de Norteamérica y otro tercio (32,8%) de Australia. España sólo supone el 5% de esta actividad de ACS, a pesar de crecer un 13,5% y generar ingresos de 1.453 millones.

Al cierre de 2018, ACS contaba con una cartera de obras pendientes de acometer por valor de 59.350 millones de euros, un 7% superior a la de hace un año y copada al 96% por proyectos internacionales.

De su lado, Cobra, la rama industrial del grupo, creció un 2%, al facturar 6.385 millones de euros, en este caso impulsada por el negocio en España, que se disparó un 30%, gracias a la construcción de plantas fotovoltaicas. La cartera de esta división es de 9.845 millones, un 6% más.

Por su parte, el negocio de servicios, que lidera Clece, contribuyó con 1.505 millones, un 4,1% más, y disparó un 33,6% su cartera, que suma contratos por 3.028 millones, gracias a los logrados para limpieza de edificios y gestión de centros para la tercera edad.