Los trabajadores de Endesa se han concentrado hoy frente a la Embajada de Italia en España para protestar por la descapitalización y externalización de la empresa y para exigir medidas que garanticen la continuidad de la compañía y el fin del expolio de una empresa estratégica para nuestro país,s egún informa UGT en un comunicado. La multinacional italiana ENEL es la propietaria de la eléctrica española.

 El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez y el Secretario General de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA- UGT), Pedro Hojas han acompañado en su protesta a los trabajadores de la empresa y a la Sección Sindical de UGT en Endesa con quienes han compartido su preocupación ante el presente y futuro de la compañía, del proyecto industrial y de negocio y, sobre todo, del futuro de los puestos de trabajo.

 Contra las desinversiones y externalización

Pepe Álvarez ha señalado que “desde que ENEL se hizo con el control efectivo de ENDESA ha sumido la empresa en un proceso constante de desinversiones y externalización de actividades que está poniendo en riesgo el futuro de la empresa, además de destruir empleo estable, en lo que constituye un saqueo en toda regla”.

 Álvarez ha subrayado que “parece increíble que en la Unión Europea se den este tipo de situaciones que llevan a que haya un trasvase de dinero y recursos españoles hacia una empresa que es del Gobierno de otro país de Europa. Y, en ese sentido, creemos que es necesario abrir un proceso de negociación en el que estén presentes tanto el Gobierno de España como el Gobierno de Italia”.

Endesa sigue siendo una empresa estratégica y líder en el sector eléctrico. De hecho, ha tenido unos ingresos en el último año de 20.057 millones de euros, un Ebitda de 3.542 millones de euros y unos beneficios netos de 1.463 millones de euros.

Teniendo en cuenta estos resultados, UGT no entiende cómo es posible que los beneficios de la compañía se repartan en su totalidad en dividendos entre los accionistas, que suman ya más de 28.000 millones de euros para ENEL, y vayan directamente a aliviar la deuda pública del Gobierno italiano.

Por ello UGT exige a los políticos de este país, que permitieron que ENDESA cayera en manos de una empresa pública italiana, que asuman sus responsabilidades y garanticen la continuidad de la compañía.