El PSOE ha registrado una iniciativa para que, ante la "democracia limitada" que, a su juicio defiende Vox, el Congreso reafirme que en España se puede defender "cualquier tipo de objetivo político sin exclusión" siempre que se haga por "métodos pacíficos" y que todos los partidos, incluso los que se posicionan en contra de la Constitución, tienen cabida en el sistema vigente.

Esta nueva proposición no de ley, que los socialistas quieren debatir en el Pleno de la Cámara, se registra una semana después de otra que llama a hacer un cordón sanitario a Vox rechazando pactos con partidos "de extrema derecha" que cuestionen la configuración constitucional.

Los de Pedro Sánchez pretenden ahora que el Congreso reafirme "su compromiso con el sistema de democracia abierta establecido por la Constitución Española, en el que la participación política es un derecho fundamental a través del cual es posible defender cualquier objetivo político sin exclusión, siempre que dicha defensa se realice por métodos pacíficos".

En la exposición de motivos, el PSOE argumenta que el propio Tribunal Constitucional deja claro en su jurisprudencia que "no tiene cabida un modelo en el que se imponga, no ya el respeto, sino la adhesión positiva al ordenamiento y, en primer lugar a la Constitución".

También recurre al Alto Tribunal para recalcar que son perfectamente aceptables "concepciones que pretendan modificar el fundamento mismo del orden constitucional" siempre que no se defiendan a través de actividades que vulneren los principios democráticos o los derechos fundamentales y que se intenten conseguir conforme a los procedimientos de reforma que establece la propia Constitución.

Este modelo de "democracia abierta" fue, según el PSOE, un "gran acierto" de la Constitución porque ha permitido "integrar democráticamente las diversas sensibilidades políticas" del país. Pero, a su juicio, ha sido puesto en cuestión con "la aparición de la ultraderecha".

El PSOE denuncia que Vox no solo tilda de "ilegítimos" a sus adversarios políticos, sino que, en septiembre de 2020 llegó a someter a debate en el Pleno del Congreso una reforma de la Ley de Partidos Políticos para abrir la puerta a la ilegalización de formaciones que, por ejemplo, "promuevan, justifiquen o exculpen el deterioro de la unidad" de España o a las que "colaboren" con aquellas que lo hagan.

Ilegalizar a quienes no piensan como ellos

"La ultraderecha plantea la ilegalización de cualquier partido político nacionalista o de cualquier partido político que pacte con un partido nacionalista", denuncia el PSOE, para quien este planteamiento "excluye a una parte importante de la población en la representación política" y viene a quebrar el "consenso existente" de que todas las ideologías, incluida la de extrema derecha, pueden participar en política salvo que "justifiquen, exculpen o apoyen la violencia" para la consecución de sus fines.

Según expone, "esto no sería tan grave" si todos los partidos democráticos se opusieran frontalmente a quien "aboga por la ilegalización de todos los que no piensan como ellos", pero lamenta que no sea así y recrimina al PP que haya abierto las instituciones de gobierno en Castilla y León a Vox que, para colmo, "reniega de muchos principios constitucionales" como el derecho a la autonomía de nacionalidades y regiones.

Ante esta situación, el PSOE hace un llamamiento a las fuerzas democráticas para que se reafirmen en todos los principios reconocidos en la Carta Magna y pongan "freno al intento de involución" que achaca a Vox y a su anhelo de una "democracia limitada".