En 1990 Azúcar Moreno viajaba rumbo a Eurovisión. El dúo de cantantes protagonizó una de las anécdotas más sonadas del festival cuando abandonó el escenario debido a un error de sonido. 

Sin embargo, César Vallejo -junto con Ángela Gallardo- ha decidido darle la vuelta en '1990, la victoria decisiva', un falso documental del área digital de RTVE en el que analizan en clave de humor la hipotética victoria de las de 'Bandido' en la edición celebrada en Zagreb. Incluso se atreven a fantasear con la organización del festival de 1991, celebrada en el Teatro de la Maestranza con la representación de Sergio Dalma.

Y no lo hace solo. Para recrear la que sería la tercera victoria española en el festival, el documental cuenta con la complicidad del representante de 2021, Blas Cantó, la cantante Vicky Larraz, la presentadora Francine Gálvez, la actriz Eva Isanta, el comentarista del festival Toni Aguilar, el supervisor ejecutivo del festival Martin Österdahl, el vocalista de Locomía Alfonso Pedrazuela, la cómica Carolina Iglesias y los periodistas Javier Escartín y Fernando Macías.

PREGUNTA: ¿Por qué Azúcar Moreno y no Soraya?

RESPUESTA: La idea me surge a raíz de ver la versión que hace Amaia de 'Cuando zarpa el amor'. De pronto se me ocurre que yo puedo hacer un programa musical de versiones eurovisivas, pero llevándomelas a otro terreno diferente.

Tengo una primera idea que tiene que ver con la transformación de estas canciones, pero como tenía tan poco tiempo para hacer el programa y todo lo que tenía que ver con ello, esa idea evolucionó a qué hubiera pasado si hubiera habido una victoria. A Azúcar Moreno ya las conocía, ya habíamos trabajado con ellas en el 'Eurocasting'. Son bastante buenas profesionales, no digo que Soraya no lo sea, pero me parecía fácil hacerlo con ellas. Fue llamarlas y me dijeron que sí. Ellas no entendían lo que iban a hacer, pero me dijeron que sí.

P: ¿Cómo se lo explicásteis?

R: Ellas sabían que íbamos a contar un falso documental de su victoria, pero no se imaginaban lo que era. Al principio cuando ven el guión, aunque ellas no tenían mucho texto, decían 'uy, madre mía, todo este texto'. Poco a poco, con la ayuda de Paco, el guionista, lo sacamos adelante. Fue un rodaje muy divertido porque ellas lo son.

P: ¿Cómo se plantea un falso documental?

R: Hemos intentado que sea bastante riguroso. Han pasado 30 años. Si nuestra memoria es frágil en el corto plazo, en el largo plazo mucho más. Aun sabiendo que aunque es falso, hay muchas cosas verdaderas y no sabes qué es cierto y qué es falso. 

Además, trabajo con Ángela Gallardo, y ella tiene una visión muy bonita del archivo. La idea del discurso de Felipe González, que son totalmente reales sobre la apertura del Teatro de la Maestranza, se meten como apertura del festival. No había que trucar los vídeos, solo había trucado un vídeo.

P: ¿Hace falta humor a Eurovisión y a los eurofans?

R: Sí. La gente vive Eurovisión a veces con demasiada tensión. Estamos en un momento particularmente malo en cuanto a 'haterismo', y no lo digo por los eurofanes, pero hay un ambiente tóxico en las redes sociales. Cualquier cosa es mal y se buscan siempre ángulos donde atacar a las personas.

Eurovisión es humor, es diversión, es espectáculo, es música, pero no hay que tomarse las cosas tan a pecho. La propuesta de Blas no es mala, y su puesta en escena tampoco. A veces no está justificado tanto odio. Es una propuesta súper decente y súper elaborada. Si España hace una propuesta como la de Grecia, habría que ver qué reacciones se producen en España.

P: ¿Habías tenido relación con el festival?

R: Sí. La primera vez que fui no sabía ni a lo que iba, fui con Lucía Pérez a Dusseldorf y fui a cubrir simplemente el festival y ahí me transformé. Pasé de ser un espectador a decir, '¿Pero esto qué es?'. He trabajado cinco años en la parte de creación de contenidos digitales. Por ejemplo todo lo que tuvo que ver sobre el candidato y sus amigos, que este año ha adaptado la tele a su manera, es un formato creado en digital. Tanto de Manel Navarro, que nos trajimos a Sobral y fuimos el único país que trajimos a Sobral, como el de 'Amaia, Alfred y amigos', que para mí fue un antes y un después. Además, dirigí el 'Eurocasting'. He tenido un poco de relación con el festival.

P: ¿Piensas tener relación con el festival en el futuro?

R: No. A priori sí. Si la vida un día quiere que me haga cargo de cosas del festival y me dejaran hacerlo con la misma libertad que he tenido para el documental. Hay que poder trabajar con cierta confianza y cierta libertad. Por ejemplo yo estoy muy contento con la versión musical de Blas con la que se cierra porque la he podido dirigir desde el arreglo a los planos. Es muy bonito. Es algo que queda para los restos.

P: ¿Cómo ves a Blas Cantó ¿Tiene posibilidades?

R: Bueno, lo de las posibilidades es algo que os encanta. No puedo decir si va a quedar primero o quinto. Ya sabemos que las apuestas no le dan una buena posición. Esto es un certamen y canciones que estaban bien no quedan en un buen lugar. Yo creo que no va a quedar tan mal como algunos eurofans piensan. Blas es un cantante solvente, con buena voz, que tiene una puesta en escena bonita y que está bien. 

A la gente se le olvida que Eurovisión es una cosa de un día para la gran mayoría del público. La gente ve la actuación una vez y eso es lo que le va a llegar. Es cierto que cuanto más se trabaja mejor sale, pero el festival lo va a ver la gente visualmente un día y ahí va a sacar sus conclusiones.