Este domingo se emitieron dos nuevos episodios de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ y en ellos Rocío Carrasco ha hablado sobre el maltrato que vivió cuando estaba embarazada. En unas desgarradoras imágenes ha llegado a confesar que su exmarido, Antonio David Flores, estuvo a punto de arrojarla por la ventana de su vivienda en Chipiona mientras estaba embarazada de su segundo hijo, David Flores.

Durante años, Antonio David ha negado que este episodio sucediera, alegando que la ventana tenía rejas. El testimonio de Carrasco ha removido la conciencia de muchas personalidades televisivas, y una de ellas es Belén Esteban, que ha confesado haberse quedado impresionada por el documental y ha revelado que había sido engañada porque le habían asegurado que la ventana tenía rejas, lo que ahora ha quedado desmentido tras la emisión de Telecinco. Cabe recordar que Belén Esteban comparte representante con Antonio David Flores.

“Yo cuando vi cómo hablaba de su hija y las fotos que pusieron, me emocioné. Me han mentido porque me dijeron que había reja y cuando vi la foto de la ventana sin reja aluciné, os lo juro”, ha explicado. Y ha recalcado que tiene dos cosas claras después de visionar el documental: “Traición familiar y, hacia Rocío, infidelidad total”.

Esteban va más allá y ha entrado también a valorar la actitud de Jurado: “Me impresionó también cuando Rocío Jurado oye discutir y sube cuando le dicen a su hija ‘te vas a cagar’. La manera de que Rocío Jurado bajara así su cabeza me pareció tremendo, de que permita que se falte el respeto así en su propia casa. Me quedo impresionada porque los que hemos conocido a Rocío Jurado sabemos el temperamento que tenía y eso me dejó alucinada, pero sobre todo la traición de alguna gente de la familia”.

Las confesiones de la hija de Jurado sobre esta cuestión han sido devastadoras e impresionantes: “Me cogió en volandas del camisón, tenía un ventanal muy grande y a la izquierda una ventana. Me agarró del camisón y me sacó medio cuerpo por la ventana. La barriga me daba en el borde de la ventana. Me giré la cabeza y le dije ‘procura que cuando llegue abajo me haya matao’. Él tomó conciencia de lo que estaba haciendo y me soltó rápidamente”.