Este jueves La Fundación Lo que de verdad importa celebró su II Congreso en Oviedo, donde acudió un invitado asturiano, el cantante Melendi, que dejó sorprendidos a los más de 2.000 alumnos con su cercanía. Tanta que llegó contar los cambios que ha vivido con el éxito y la fama, su adicción a las drogas y su paso por un centro de desintoxicación en Colombia.

Su presencia fue la sorpresa de la noche y su lema: “Lo que de verdad importa es llegar a conocerte a ti mismo”. Con toda la crudeza y naturalidad, el cantante contó como empezó a vivir excesos cuando la fama y el dinero llegaron a su vida. Llegaba a casa en unas condiciones “lamentables” y no se reconocía en el espejo.

En su intervención, recogida por La Voz de Asturias, explicó a los jóvenes como se recuperó de sus problemas, causados por una fama prematura. El punto en el que empezó a remontar llegó con su famoso incidente en un avión, de donde fue expulsado por embriaguez, y el sufrimiento que provoco en sus padres. Aún sin llegar a la treintena, él mismo decidió entrar en una clínica de desintoxicación en Colombia. Volvió a recaer, pero una vez más salió adelante.

Aunque él atribuye su mejoría al Reiki -una pseudoterapia budista que consiste en canalizar la energía de la tierra al paciente a través de las manos, pero sin que haya contacto- y a la llegada de su hija a su vida.

Hermano Mayor

La estrella invitada era Melendi, pero el congreso lo cerró Pedro García Aguado, conocido por el programa de Hermano Mayor y por su actividad en redes sociales a favor de Ciudadanos y Hazte Oír. García Aguado también contó cómo, tras ser campeón Olímpico de Waterpolo en 1996 y campeón del mundo en 1998, cayó en las drogas, la vida nocturna y las fiestas.

Por “vivir sin límites” tuvo que abandonar su prometedora carrera deportiva. Pasó por una clínica de desintoxicación y se reformó como terapeuta de jóvenes. “El fracaso enseña lo que el éxito oculta, hay derrotas triunfales que envidian algunas victorias”, destacó.