En el mismo momento en el que todos los medios estaban pendientes de la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el presidente en funciones intentaba capear una de las pocas y más complicadas entrevistas que ha concedido.

"Joder, estarán descubriendo el Mediterráneo", se quejaba Mariano Rajoy junto a Jordi Évole cuando le informaban de que ya llevaban reunidos dos horas los líderes del PSOE y Podemos que intentan echarlo del palacio donde se realizaba la entrevista, La Moncloa.

Así lo revela el presentador de Salvados en su artículo en El Periódico posterior a la emisión de una entrevista que llevaba cuatro años esperando. En él, Évole revela curiosidades de su encuentro con el presidente en funciones, como que éste gana mucho en las distancias cortas, “hasta el mismísimo José María Aznar lo reconocería”.

Alta expectación

El periodista de La Sexta confiesa los nervios de los momentos previos a la entrevista, los últimos preparativos, o los ánimos que le dieron esa mañana de miércoles en la recepción del hotel y el taxista que lo llevó al palacio presidencial. Para calmarse, Évole también revela que llamó a Iñaki Gabilondo, “a ver si se me pega algo”.

Eso sí, el programa Salvados tenía claro cuál era el objetivo de su entrevista más esperada, en la que Mariano Rajoy bajó el tono para hablar de corrupción y se sintió cómodo al hacerlo sobre Cataluña. “No se trata de machacar a nadie. En este caso, solo queremos retratar a la persona que nos ha gobernado los últimos cuatro años”, ha reconocido Évole.