Nunca subir una foto a Twitter generó tanta discordia. Pero cuando en la instantánea aperecen una paella y el rey emérito junto con Arévalo y Bertín Osborne, la cosa cambia. Tuvimos polémica para rato por el enfado del presentador con su compañero, a quien no le sentó demasiado bien que esa fotografía saliese a la luz. Varios 'sálvames' después aireando el conflicto entre ambos, todo se complicaba. 

Cuando parecía que una de las amistades más longevas del panorama televisivo español se iba a acabar para siempre, llegó Mi casa es la tuya y les reconcilió de la manera más inesperada. Justo cuando Bertín estaba entrevistando a algunos de los protagonistas de la nueva película de Álex de la Iglesia, Perfectos desconocidos, decidieron poner en práctica el juego que se recrea en el film que consiste en dejar el móvil encima de la mesa e ir leyendo en alto los mensajes que te llegue y responder con el altavoz las llamadas entrantes.

En ese momento, Bertín no se esperaba para nada que una de esas llamadas fuese a ser Arévalo. "Hace mucho tiempo que no nos vemos y hombre, me gustaría ir a verte. Me quedo un día en Madrid y he pensado, me gustaría hablar con Bertín. Por eso te he llamado", le dice Arévalo. Ante la mirada atónita de todos los asistentes, el presentador acepta su propuesta y Arévalo llega a su casa de Madrid llamando a la puerta con los ojos vidriosos y un ramo de flores. 

Se saludaron y abrazaron efusivos, y pasaron a limar asperezas en el sofá de entrevistas. Comenzaron recordando su polémica y de cómo se trató en los medios de comunicación. Arévalo reconoce el error al subir su foto: "Reconozco que fue un error subir la foto. Te tendría que haber consultado", dice Arévalo. Al final, después de toda la polémica que se generó al rededor de la historia, parece que solo fue un enfado entre amigos que se resolvió sin incidentes.