Los últimos días del 2016 ya se están cursando. El año está por finalizar y es momento de hacer los balances generales de lo que ha sucedido en estos últimos 12 meses. Un año que ha traído cambios drásticos en muchos aspectos de la vida cotidiana, y que no ha dejado cabos sueltos en los temas más calientes de la escena pública española en general.
Uno de los cambios más esperados, y que supuso una revolución completa en su momento, fue el del nuevo baremo de tráfico, que venía a sustituir al baremo de accidentes que estaba vigente y operativo desde 1995. Un cambio que fue esperado y muy utilizado por todos los españoles en este 2016, principalmente en lo referido a la indemnización por accidente, donde el baremo prometió acentuar todos los cambios respecto al documento anterior, que ya ostentaba 20 años de funcionamiento.
A pesar de ese ambiente de renovación que suponía la incorporación del nuevo documento regulador, por allá por los comienzos del año, hasta estos días son más las personas que desaprueban al baremo que los que dicen ser beneficiados por cada uno de los modelos novedosos que incorpora en sus más de 500 páginas. Personas comunes, españolas y españoles promedio, que han visto cómo el nuevo baremo ha supuesto un incremento en los gastos, o una merma en los beneficios. Acá, un resumen del año.
Los costos de los servicios de aseguradoras
Con un slogan de “por fin”, “lo hemos logrado”, y frases victoriosas relacionadas, el nuevo baremo entraba en vigencia en enero de 2016 con uno de los cambios más grandes en materia vehicular en España. Las frases victoriosas tenían que ver con uno de los problemas que históricamente el viejo baremo venía arrastrando: el de los peritos y los servicios de peritaje.Para efectos del baremo anterior, es de recordar que los peritajes se realizaban con peritos de las compañías aseguradas, única y exclusivamente. Esto, haciendo uso del mero sentido común, no aportaba ningún tipo de garantías a la persona afectada, sino que todas las cartas en juego estaban echadas para beneficiar a una sola parte de las negociaciones: a las aseguradoras.
Así fue como durante más de dos décadas las compañías de seguros consiguieron pagar siempre menos, al menos en el 80% de los casos. Con el nuevo baremo, se incorporó la figura del perito privado, que el afectado podría contratar para que hiciera sus investigaciones y presentará su versión de los hechos, en contraste con el perito de las aseguradoras.Un cambio que, sin dudas, permitiría obtener el costo real, en lugar del que las aseguradoras quisieran pagar, pero, que suponía un costo también, por conceptos de contratación de peritaje.Ese costo inicial de contratación de un perito, que es obligatorio, se sumó a un incremento general de las cuotas que cubren accidentes leves, que son padecidos por 6 de cada 10 españoles.
Todos los costos vaciados en una tabla
En el nuevo baremo hay una tabla gigantesca donde aparecen todos los costos que pudieran ser reembolsados por las compañías aseguradoras, dependiendo de qué tipo de accidente sea, de qué condiciones le hayan permitido, de cuáles son los gastos de farmacia, hospitalización, operaciones, y un largo, pero muy largo, etcétera. Esta situación de costos predeterminados permitió utilizar una calculadora universal, que en las redes de internet figura en muchas páginas web, donde puede ser consultada y calculada sin tener que registrarse en ningún lugar. Pese a esto, el baremo del 2016 se deja llevar al campo de la interpretación en la gran mayoría de los ítems vinculados a la tabla de cálculos.
Y, en la interpretación, los abogados de las aseguradoras tienen mucho porcentaje para ganar, al menos desde la experiencia y el análisis día a día de situaciones similares. Es por eso que, ante situaciones que vinculen gastos que aparecen incluidos bajo otros títulos o términos, y que pueden prestarse para la interpretación, favorable o no, lo mejor es no enfrentarse solo a una compañía de seguros, sino ampararse en un bufete de abogados especializado en el área.
Incrementos en el pago de indemnización
Por las mismas fechas que corren, pero hace un año atrás, hubo una tendencia informacional relacionada a los aumentos de las indemnizaciones de accidentes de tráfico que irían incluidos en el baremo que entró en vigor en este 2016. Aumentos considerables, siempre beneficiosos, era el argumento contundente que se mostraba por aquellos días.Tras un año de vigencia, queda demostrado que todo aquello quedó en una falsa expectativa o en una propuesta que no era universal, a pesar de que los medios y los encargados de la difusión del nuevo baremo hicieran eco de una modalidad que beneficiaba a todos por igual.
De hecho, sí hubo incrementos en las indemnizaciones por accidentes leves, que son los más padecidos. El problema, es que son beneficios sólo disfrutables para los españoles con altos salarios, y no para la mayoría española, la que trabaja de sol a sol y gana un salario medianamente digno. Para estos últimos, las indemnizaciones cayeron estrepitosamente, como lo muestran las estadísticas de este año.
¿Qué se debe esperar para el 2017?
Desde el primer día de funcionamiento, el nuevo baremo entraba en vigor, pero en un periodo de prueba, o en una versión beta, como se diría en argot tecnológico.Al ser un cambio tan grande, era necesario ir amoldándolo a las nuevas necesidades de la población, y también ir realizando la corrección de los errores que, sin duda, surgirían. Tras un año, los errores y las actualizaciones están a la vista y en el juicio popular.
Para el 2017 es posible, o debería serlo, que se incorporen detalles más específicos en la tabla universal de los cálculos para indemnizaciones leves, para dejar de entrar en campos meramente interpretativos. También, es posible que se discutan los montos por indemnizaciones, que sólo han tenido incrementos universales cuando hay defunción de por medio.