Un total de 123 nacionalidades conviven en La Florida, en Hospitalet de Llobregat. Se trata del barrio más densamente poblado de Europa y cuenta con la renta per cápita más baja del área metropolitana de Barcelona. Allí es donde Ninoska Juan, arquitecta y mediadora comunitaria, y Esteban Marín, han desarrollado un proyecto para convertir un solar abandonado en un espacio de uso público al servicio de la comunidad. La iniciativa, que han llamado Modul, ha sido una de las galardonadas en la VI edición de los Premios a la Innovación Social de la Fundación “la Caixa”, que reconocen los proyectos más innovadores y con mayor impacto.

Esteban Marín y Ninoska Juan forman parte de la Fundación Contorno Urbano, que ha impulsado el programa Modul, premiado por la Fundación "la Caixa"

Ninoska Juan y Esteban Marín han impulsado este proyecto desde la Fundación Contorno Urbano, una organización que combina la creatividad, el arte urbano y la participación social para dar respuestas a espacios complejos, mejorar la convivencia, impulsar la participación y crear comunidad. El solar que han convertido ahora en un espacio comunitario llevaba 20 años abandonado y se había convertido en un vertedero. “Era una selva abandonada y lo estamos transformando en un parque. Mantenemos el verde, plantamos, construimos mobiliario urbano, como papeleras, bancos, un pequeño escenario, una zona de juego. Todo construido por la comunidad, los mismos usuarios que luego van a disfrutar del parque”, nos explica Ninoska.

El proyecto se inició en 2019 en el marco de un proceso participativo impulsado por el Ayuntamiento de la ciudad. Inicialmente iba a ser sólo una zona verde, pero a raíz de la pandemia del COVID 19 detectaron la necesidad de disponer de un aula polivalente para realizar actividades culturales, educativas y de ocio, además de almacén para herramientas. Dicho y hecho. Durante el confinamiento desarrollaron el proyecto técnico y se lanzaron a construir los nuevos espacios después, utilizando un contenedor de obra. “Como todos habíamos estado encerrados, la gente iba loca por participar, por hacer cosas, y se volcaron mucho, hubo mucho voluntariado. Nos dimos prisa y en noviembre ya estaba usándose”, asegura Esteban.

El edificio se construyó entre septiembre y noviembre y se involucraron a las constructoras locales para que les ayudaran. “El proceso siempre es el mismo: se detecta la necesidad y luego invitamos a algún centro de conocimiento, como puede ser una universidad, un estudio de arquitectura o unos artistas, para que nos ayuden a diseñar ese elemento, junto con la comunidad. Una vez diseñado, se autoconstruye por parte de la misma comunidad que lo va a disfrutar”, añade Esteban. Un detalle importante es que todos los materiales que se utilizan son reciclados y la energía que utilizan es 100% solar.

Dispone de una sala polivalente, un taller, un patio y un almacén y funciona únicamente mediante energía solar. La fachada y está realizada únicamente con madera reutilizada otras construcciones y de bancos que habían sido retirados del espacio público.

El nuevo espacio está ya plenamente operativo, con actividades a diario organizadas tanto por la Fundación Contorno Urbano como el resto de entidades del barrio, que utilizan el espacio de forma autónoma. Su idea es desaparecer de la gestión y utilizar el espacio únicamente como una entidad más. “No somos los dueños del espacio, somos la entidad referente. A medio plazo, nuestro papel será el de echarnos a un lado o incluso desaparecer”, enfatizan.

El premio de la Fundación “la Caixa” supone una importante inyección económica para el proyecto. “Por un lado vamos a poder destinar recursos a la evaluación del proyecto, porque el día a día te come. Y por otro, hacer una pequeña guía del proyecto para compartir la metodología con la comunidad con el fin de que cualquier otra organización social lo pueda replicar allí donde sea”.

Vecinos y entidades sociales se han involucrado al 100% en el proyecto Modul

Sin embargo, el mejor reconocimiento que han podido recibir es la satisfacción del objetivo cumplido, que era el de crear comunidad. Como muestra, el whatsapp la presidenta de una de las asociaciones locales, en la antesala de los premios: "Si es como en los Oscar y tienes que dedicar el premio, no te olvides, a todos los voluntarios, al barrio entero que lo va a disfrutar, y a las entidades admiradoras y colaboradoras que no han podido acompañarnos, pero que están con nosotros de corazón".