Alcarràs y Libertad son dos películas que, aunque muy diferentes, tienen dos cosas en común, que no son nada menores: han sido galardonadas con importantes premios y sus directoras son mujeres. No solo eso, ambas fueron becarias de la Fundación “la Caixa”, y son, además, muy buenas amigas. Carla Simón ha ganado el Oso de Oro en la Berlinale 2022, por Alcarràs, y Clara Roquet, el Goya a la mejor dirección novel, por Libertad. La labor de la Fundación “la Caixa”, que da sus frutos en el ámbito social, en la investigación, en la cultura y en la educación, se revela como una gran cantera de talentos.

Estos galardones vienen a cerrar un círculo virtuoso que, seguramente, seguirá girando: Clara Roquet es la quinta ganadora seguida del Goya en esta categoría. ¿Y quién empezó esa racha? Ya lo podéis imaginar: Carla Simón (con Estiu 1993). En lo general, el protagonismo de las mujeres, hasta ahora poco más que invisibles en la dirección cinematográfica, parece que ha llegado para quedarse. En 2020, Chloé Zaho ganó el León de Oro en Venecia con su película Nomadland. En ese momento se generó una ola imparable que llevó a lo más alto a otras dos directoras en el mismo festival, algo que también ocurrió en San Sebastián. El éxito entre las directoras no se detuvo allí y eso se puede atestitugar con los resultados en Sundance, en Cannes, en los Oscar y en los Goya.

Fotograma de Alcarràs    Avalon

¿Cómo se desarrolló la formación de estas dos becarias de la Fundación “la Caixa”? Clara Roquet estudió en Barcelona, en la Universidad Pompeu Fabra, para luego trasladarse a Nueva York para estudiar en la Universidad de Columbia. Carla Simón, por su parte, lo hizo en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde se formó en Comunicación Audiovisual, para luego completar sus estudios en Londres, en la London Film School. Ellas dos son las caras visibles en estas semanas del paso adelante de las mujeres en el mundo del cine. Un paso adelante que todavía no alcanza la paridad plena, pero que va en la buena dirección. Según un informe del CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), en 2020, la presencia de mujeres en nuestro cine fue del 33%. En esta lucha por la igualdad, los símbolos, las imágenes y los referentes, son importantes. Por eso, Carla Simón, al recibir el Oso de Oro, subió con María Zamora, la productora de la película. Porque si había poco sitio para las mujeres en la dirección, qué decir de la producción.

Fotograma de Libertad   Avalon

Hablemos un poco de las películas galardonadas, por supuesto, sin hacer ningún spoiler. Alcarràs es un municipio catalán de la provincia de Lleida, y el lugar elegido por Carla Simón para ambientar y dar nombre a su película. El largometraje está hablado en catalán y cuenta la paulatina desaparición de las actividades agrícolas, algo de rabiosa actualidad, aunque en este caso no se trata de implantar macrogranjas, sino de instalar placas solares allí donde hay melocotoneros. Esto provoca dramáticos encuentros en la familia Solé, en los que se centra la trama. En cuanto a Libertad, Clara Roquet optó por el castellano como idioma. Libertad es una adolescente de 15 años, de origen colombiano, hija de la mujer que cuida a Ángela, que padece Alzheimer. Su llegada a la familia abre todo un mundo nuevo a Nora, nieta de Ángela... y hasta aquí podemos leer.