La Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer y la Fundación “la Caixa” han presentado el informe Comprometidos con la investigación en cáncer, que tiene como objetivo analizar y entender la evolución del sistema español de investigación en cáncer. La presentación de dicho informe, que en su segunda edición analiza la situación de 2016 a 2020, ha tenido lugar en CaixaForum Madrid.

Aunque España no se encuentra en una posición de privilegio entre los países de su entorno en lo que se refiere a inversión en I+D+i, afortunadamente ha habido un cambio de tendencia y ya se está nuevamente a niveles de 2010, gracias a un aumento de la financiación pública nacional en el período 2018-2020, a la recuperación en la captación de fondos europeos, pero sobre todo al gran aumento en la financiación por parte de las entidades filantrópicas. De hecho, en el período 2015-2020 el aumento de inversión de estas últimas ha sido de un 126%.

Pero aunque España falla en la inversión de ciertos sectores, en cambio, lidera, junto a Reino Unido y Países Bajos, el ranking de proyectos sobre cáncer en el programa marco H2020. Además es la que más fondos capta del European Research Council (ERC) para proyectos de investigación oncológica. Estos fondos se destinan a investigadores que se encuentran en un estadio avanzado y no en inicios de investigaciones, por lo que se deduce que el perfil de la comunidad científica española está envejecido. Tampoco es halagüeña la situación si nos centramos en el género, ya que el porcentaje de mujeres que coordinan proyectos financiados por el ERC es de apenas algo más del 30%. Es decir que para la sostenibilidad del sistema es imprescindible un relevo generacional y un mayor protagonismo de la mujer.

En lo que sí puede sacar pecho nuestro país es en la contribución a la investigación clínica, que presenta un crecimiento importante. Los ensayos clínicos independientes se han infrementado y la distribución es mucho más equilibrada que en el caso descrito más arriba, ya que aunque predominan los ensayos en fases 2 y 3, han aumentado los ensayos clínicos en fases iniciales.

Hay que tener en cuenta que, en 2020, casi 1 de cada 6 defunciones en el mundo se atribuyeron al cáncer. En muchos casos, esas muertes podrían ser evitables, si se avanzara en la investigación para prevenir la enfermedad o detectarla en forma precoz, para así poder tratarla adecuadamente. Para ello es necesaria la financiación y, a día de hoy, en nuestro país, es la filantropía la que está haciendo mejor los deberes.