Sigue el lío en Vox de la Comunidad Valenciana después de que saliera a la luz la sentencia del que será candidato del partido a la Generalitat, Carlos Flores Juberías, quien fue condenado por ejercer "violencia psíquica" sobre su mujer.

En el texto jurídico se expone que el político persiguió a su víctima después de que se divorciaran en 1999 y lanzó insultos contra ella como "ladrona", "secuestradora de hijos" o "puta", llegando a decir que le iba a estar "jodiendo la vida hasta que te mueras y acabe contigo".

Según informaba esta semana el diario local Levante-EMV, el líder ultraderechista fue condenado en 2002 a un año de prisión junto a la inhabilitación de su cargo. Además, se le prohibió acercarse a la mujer durante tres años. 

"Ya cumplió su condena"

Pero para la formación que a nivel nacional lidera Santiago Abascal, estos hechos carecen de la importancia suficiente como para que el político no pueda pelear las urnas en las próximas elecciones. 

Fuentes cercanas al partido de extrema derecha -que, por otro lado, conocían la sentencia antes de que las informaciones fueran reveladas- defienden que es algo que "ocurrió hace 20 años" y que el también jurista "ya cumplió su condena". 

Aplauden asimismo que desde entonces "ha sido un ciudadano intachable" y que ha ostentado "cargos de responsabilidad en la administración pública".

Los hechos "corresponden a la esfera privada"

Por su parte, el propio candidato señala que los acontecimientos sucedieron "hace ya dos décadas" y que en cualquier caso "corresponden a la esfera privada". En el texto que ha hecho público llega a decir que "carecen de relevancia política".

Sobre lo mismo, Flores reconoció en la emisora de Federico Jiménez Losantos que había sido un "maltratador de palabra", ya que nunca llevó a cabo "violencia física" contra la mujer, y defendió que ahora estaba limpio de "antecedentes penales de ningún tipo". "Soy el primero en lamentar el dolor causado a mis seres queridos", apostilla en otras declaraciones. 

El documento que muestra los hechos por los que fue condenado demuestran, por otro lado, que provocó un "quebranto psicológico" a la que fuera su esposa, así como una "nefasta situación emocional de los menores". De esta manera lo desgranó un test psiquiátrico forense al que se sometió la mujer y que terminó de afianzar que la víctima tenía un claro "temor a su exmarido" además de una "baja autoestima y problemas de insomnio y ansiedad". Todo el círculo -los hijos y la madre- se mudaron a Barcelona.

El catdrático en Derecho Institucional asume que el cumplimiento de la pena a la que fue juzgado "fue suspendido por no haber delinquido nunca ni antes, ni después de aquel momento". También ha defendido el sistema jurídico, el cual permite su entrada en política, porque "no contempla ni puede contemplar penas de por vida o de duración indeterminada".