“Mañana, las Cortes de Castilla y León no se iluminarán por el día contra la violencia de género. Vox se escuda en el ahorro energético para no hacerlo. Ya sabíamos que usan y ensucian las instituciones, que son fanáticos y no creen la violencia de género. Ahora sabemos que también mienten”, dice el tuit de esta mañana del secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca.
Y efectivamente, aunque sí se conmemoraron en la sede del Parlamento de la Comunidad Autónoma los días internacionales de la salud mental, el alzheimer o la dislexia, hace poco más de un mes, el partido de ultraderecha utiliza cualquier excusa, por absurda que sea, para negarse a dar cabida a los símbolos de lo que su ideología rechaza, utilizando a su conveniencia el escenario del edificio de las Cortes de Castilla y León, que debería representar a todos los castellanos y los leoneses.
La Presidencia del Parlamento, en manos del polémico Carlos Pollán, ha rechazado, por primera vez, la petición de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, que dirige la popular Isabel Blanco, -y que realiza todos los años, siempre con respuesta positiva-, para rendir homenaje a las mujeres víctimas de violencia de género.
Desde la Consejería de Familia se renuncia a realizar declaraciones sobre la negativa del socio de gobierno de Alfonso Fernández Mañueco en el gobierno, que le dio la Presidencia de las Cortes al partido de Abascal, si bien se insiste en que la Junta de Castilla y León va a iluminar de violeta, y que la actuación de la consejera ha sido la misma de siempre, pidiendo la iluminación de las Cortes, y son las Cortes las que deben dar las explicaciones oportunas.
No es de extrañar, no obstante, la decisión -o imposición- del Parlamento, que no será la primera ni la última, si continúan en el poder, teniendo en cuenta las reiteradas “cornadas”, en el lenguaje taurino que tanto le gusta a Vox, de sus dirigentes, enfocadas a la negación de la violencia contra las mujeres y la afirmación que “la violencia no tiene género”, que les llevan a condenar los asesinatos de hombres y niños, pero no los de las mujeres asesinadas por violencia machista, como ocurrió con el caso de la enfermera vallisoletana presuntamente asesinada por su expareja en París, hace unas semanas, al que el vicepresidente, Juan García-Gallardo, no hizo mención.
El colectivo LGTBI tampoco
El pasado mes de junio, primero que Vox controlaba las Cortes de Castilla y León, tampoco se iluminó la sede durante el día del Orgullo, porque, según la excusa de aquel momento, no se trataba de “un colectivo desfavorecido”.
De hecho, cuando el Partido Socialista descolgó banderas arcoíris desde los balcones de sus despachos, la Presidencia de las Cortes fue más allá, instándoles a retirarlas.
En esta víspera del Día Internacional contra la violencia sobre las mujeres, la viceportavoz socialista en las Cortes, Patricia Gómez Urban, ha insistido en que “quienes nos atacan a todas las mujeres, están hoy en este Gobierno Autonómico, y el único responsable es el señor Feijóo, que tan preocupado está ahora por la lucha contra la violencia de género, pero que asintió para que la ultraderecha gobierne hoy en el Parlamento de Castilla y León”.
