Tras prácticamente año y medio en el ostracismo, guardando silencio, Cristina Cifuentes ha regresado al escenario político. Lo ha hecho en el plató de El Programa de Ana Rosa una semana después de conocer su imputación en el caso Púnica, sobre la que ha reiterado su inocencia, pero ha señalado al fuego amigo tras denunciar la Lezo.

Llevo año y medio callada y escuchando mentiras sobre mí”, arrancaba la entrevista Cristina Cifuentes, que considera que este era el momento “de hablar y de contar algunas cosas y aclarar otras”. “Ahora que ya no estoy en política, tengo la libertad de poder hablar y contar muchas cosas”, señaló la expresidenta de la Comunidad de Madrid.

Como no podía ser de otro modo, por la proximidad en el tiempo, Ana Rosa preguntó a Cristina Cifuentes por su imputación en el caso Púnica. “Ha sido un mazazo”, reconoce la ex del Partido Popular. Recurre a sus defensas en “sede parlamentaria” y, además, alega que lo defenderá ante un juez.

Imputación en Púnica

Sobre la imputación, Cifuentes ha asegurado que se sintió “disgustada y sorprendida”. “No tuve nada que ver ni con la gestión económica del PP ni con sus campañas electorales ni con nada”, sentenció durante la entrevista. Recuerda, además, que “nos personamos en la causa Púnica como acusación particular para defender los intereses de los madrileños”. Ha rechazado, sin embargo, hablar sobre Esperanza Aguirre.

La expresidenta se ha manifestado sobre la adjudicación de la cafetería de la Asamblea de Madrid. Ha señalado que, en ese momento, “era vicepresidenta de la Cámara y también presidía las mesas de contratación”. Asegura que acreditó que todas las adjudicaciones que se realizaron “se hicieron atendiendo al 100% de los informes técnicos”. “No modifiqué una sola coma”, aseveraba.

La Lezo, el origen de todo

Cristina Cifuentes considera que sus problemas comenzaron cuando su gobierno llevó a la Justicia “el caso Lezo”, pues identifica este momento con el origen de todos los contratiempos posteriores. “Fuimos inflexibles con la corrupción”, aseguró Cifuentes ante Ana Rosa.

“Estaba en el momento inadecuado y en el lugar inadecuado”, recordaba Cristina Cifuentes, que achaca todos estos problemas – caso Máster y las cremas – a intereses por ser una persona que causaba problemas a personas cuya identidad se desconoce. “Así me quitaban de en medio”, puntualizaba.

Cifuentes habla de “venganza” y de personas “que me la tenían jurada” desde que tomó la decisión de “levantar las alfombras”. Además, alude directamente a representantes de su propio partido. Señala, además, que todo ello “les vino de miedo” porque, según afirma, veían a Cifuentes como “posible sucesora de Mariano Rajoy”. De esta manera, “me quitaban de en medio”.