La Policía ha desalojado a las víctimas del aceite de colza que se habían encerrado en el museo de El Prado y amenazaban con "retransmitir en directo su descanso eterno" si el presidente del Gobierno no atendía sus demandas. Las personas implicadas habían deslizado que empezarían a "ingerir pastillas pasadas seis horas", según ellas mismas advierten.
Acto seguido, la Plataforma Seguimos Viviendo colgaba en su perfil de Twitter minutos después de situarse frente al emblemático cuadro un comunicado en el que señalaban que estaban dispuesto a emitir "en directo" su "descanso eterno" si al cabo de seis horas Pedro Sánchez no se comprometía a mantener una reunión con los afectados antes de que termine octubre.
"Solo nos dejan la opción de realizar esta acción de dolor. Una llamada de socorro al Mundo. Elegimos nuestro Museo del Prado, porque es la Institución cultural más importante de España, porque la cultura a muchas víctimas de "la colza" nos ha servido para no rendirnos jamás, ni siquiera ahora", deslizaba la nota
A renglón seguido, añadía: "Recordar que además estamos en ayunas. Tenemos las pastillas necesarias para llegar al descanso que no nos ofrecen ustedes, así cada hora. Porque si lo que llevan esperando estos años, es a que muramos para acabar con el problema, tendremos que utilizar lo único que nos queda de nuestra mermada vida, y les daremos el privilegio de ver, en directo, nuestro descanso eterno".
40 años de la tragedia alimenticia
"Tenemos las puertas cerradas de este Estado (...) A los compañeros los tienen retenidos y estamos a la espera de saber algo más. Han detenido también a una compañera", declaraba a las puertas del museo María, portavoz de la asociación de víctimas del aceite de colza. La protesta se ha producido 40 años después (1981) de la tragedia alimenticia que terminó con la vida de cientos de personas y que aún afecta a más de 15.000.
El Tribunal Supremo declaró al Ejecutivo en 1997 responsable civil subsidiario por autorizar el uso de la anilina y por no llevar a cabo protocolos de actuación que evitaran el desvío del aceite envenenado al consumo humano.