Suena de fondo el tema "Purita dinamita" de Dinamita pa los pollos, mientras transcure una tarde caliente en las noticias polícas.

Hay personas que después de estar un tiempo al frente de una organización se sienten los propietarios de esta, por lo que cuando están en desacuerdo con algo, lo que hacen es dinamitarla, y esa es la sensación que me ha dado cuando he escuchado las palabras de Felipe González en la entrevista de la Cadena SER, puede creer que lo hace en pro del interés general y que la organización necesita ser salvada, pero la realidad es que el efecto se me asemeja al comportamiento de estas personas.

Por otro lado en el Psoe, algunos intentan utilizar las estructuras de poder interno para desestabilizar, culpando a Pedro Sánchez, que tiene responsabilidades, pero no todas, de la situación de un país que tiene como presidente en funciones a Mariano Rajoy  líder del Partido Popular que está imputado por  corrupción. ( En estos momentos han dimitido 17 miembros de la Ejecutiva del PSOE) unos

Ahora suenan todo tipo de argucias orgánicas para quitarlo del medio o no, las cuales hemos visto, en otros momentos de la historia del PSOE a menor escala, para eliminar secretarios generales incómodos.

El espectáculo es digno de culebrón Venezolano, eso que tanto criticaban algunos, ahora aparece  que Felipe González  está intentando terminar el trabajo del grupo Prisa, que a su vez parecía cumplir el encargo de alguien para perpetuar en el poder a Rajoy que junto a los poderes fácticos, es quien sale ganando.

Me suena también a que el juego de poderes de las estructuras feudales y no federales que tiene el PSOE no quiere permitir que sea la militancia quien muestre su opinión, algo a lo que se comprometió este partido antes de las elecciones, ni a favorecer una democracia interna más directa, y a mi entender, así le va al PSOE, en su periplo en busca de la confianza del electorado progresista,  la fuga de votos hacia Podemos y la abstención parece que así no cesará, con gran regocijo de la derecha, que ve como su poder económico es capaz de comprar a muchas almas a todos los niveles y en todos los rincones de la política, para favorecer la fractura, evitando así que se focalice el problema en ellos y que todos miren a Pedro Sánchez como culpable, alguien tenía que ser. Pero la cosa viene de lejos y esto qué ocurre ahora, solo sirve para seguir dejando gobernar a una derecha manchada por la corrupción, que no puede perder los engranajes del estado y del poder para no caer.  La jugada les está saliendo bien, de momento también le han puesto freno a ciudadanos a los que ya les ha cogido la medida, ahora toca el PSOE. 

¿Qué dirá la militancia? Algunos cargos desde sus altos castillos nos dirán que ellos son los valedores de lo que dice y quiere la militancia, pero lo correcto en un partido democrático del siglo XXI es que sean las personas las que expresen su voluntad mediante el voto en una consulta, y en las fórmulas de participación democráticas.