El Contrato-programa de Telemadrid caducó el pasado 31 de diciembre, cuando se cumplía el último de los tres años de duración del mismo. Esta formalidad establece el dinero que percibirá el ente público a través de los Presupuestos de la región. Tras su vencimiento, su suerte ha quedado en manos del consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty (PP). Al menos hasta la aprobación de un nuevo Contrato-programa, cuya resolución no se vislumbra en el horizonte.

Tras varios años de aparente paz, la despolitización de Telemadrid vuelve a situarse en el debate político regional. El vencimiento del último Contrato-programa (aprobado en 2018 tras no alcanzar un acuerdo en 2016) supedita al ente público a la Consejería de Hacienda, en manos del popular Javier Fernández-Lasquetty.

A diferencia de la etapa de Cristina Cifuentes al frente de la Comunidad de Madrid, la etapa de neutralidad de Telemadrid no es del agrado del ala conservadora del Ejecutivo que lidera Isabel Díaz Ayuso. De hecho, la presidenta regional ya deslizó en varias entrevistas que la televisión pública madrileña le pertenece y les declaró la guerra por ser la única líder autonómica “con una televisión que me critica”.

La ofensiva del Partido Popular contra Telemadrid no es nueva. Sí supone un cambio de tendencia con respecto a la estrategia del anterior Ejecutivo. El pasado viernes, El Mundo publicó los desaires de los conservadores con respecto a la situación del ente público, incluyendo las quejas de la Consejería de Hacienda sobre los “incumplimientos reiterados” de la actual dirección.

Entre estos incumplimientos indicados por el Partido Popular se enmarcaría el “déficit financiero” de la institución en 2019, violando el Contrato-programa que acaba de caducar. Además, la consejería de Lasquetty recrimina a la dirección de RTVM que no haya presentado “ningún plan de ajuste, tal y como se recoge en la Ley”.

Sin embargo, desde la cadena han resaltado, por activa y por pasiva, que las cuentas del ente de 2019 fueron “aprobadas sin salvedades” mediante una auditoría externa a la compañía. Además, subrayan que contó con el beneplácito, también, de la Comunidad de Madrid, que dio su aprobación a las mismas el pasado 22 de julio.

Esta versión la sustenta el portavoz socialista, José Ángel Gómez Chamorro. En declaraciones a ElPlural.com, aseguró que “no tenemos nada que objetar acerca de las cuentas” de la compañía porque “están debidamente fiscalizadas”. Califica como “errónea” la información del diario El Mundo y subraya que la “junta de accionistas” – presidida por la propia Isabel Díaz Ayuso – “aprobó los presupuestos”.

La guerra sucia de Lasquetty

En este contexto, el Partido Popular, a través del consejero de Hacienda, pasa a la ofensiva en su batalla particular contra la dirección actual de RTVM. Según detallan fuentes conocedoras de la situación a este periódico, la estrategia de Lasquetty pasa por un ahogo económico del ente público.

Es decir, en este momento, sin Contrato-programa en vigor, para cualquier gasto extraordinario – una cobertura especial, por ejemplo – el ente público debe pedir permiso a la Consejería de Hacienda para su aprobación. Es en este punto, donde Lasquetty efectuará una estrategia de presión máxima hacia RTVM.

De hecho, desde el Comité de Empresa de Telemadrid advierten de que la postura de “inactividad” del consejero de Hacienda, supone una presión extra para la actual dirección y, por supuesto, para la plantilla. “La no respuesta supone que no tenemos ningún tipo de información y esta casa debe funcionar”, denuncia Luis Lombardo, presidente del Comité, haciendo hincapié en la “situación de inestabilidad” del ente.

Contraataque de Ciudadanos

Telemadrid también ha supuesto una nueva fractura entre los socios de Gobierno. La postura del Partido Popular confronta con la estrategia que ha adoptado Ciudadanos. El partido liberal, a través del diputado y portavoz del grupo parlamentario, César Zafra, presentó una Proposición de Ley con carácter de urgencia para garantizar la renovación automática del Contrato-programa y, así, evitar situaciones similares en el futuro.

Los naranjas volvieron a desmarcarse del Partido Popular, dejándoles, a priori, solos en esta guerra personal. Un movimiento que no ha sentado bien en el seno de la formación conservadora debido a que, de aprobarse el texto, cercenaría por completo las opciones de Lasquetty para meter la tijera en el ente público. Además, si la Cámara diese luz verde a la reforma, los liberales garantizarían la “autonomía” de Telemadrid.

El PSOE le hace el juego a Lasquetty

En un principio, Ciudadanos contaba con el apoyo tanto de PSOE, como de Más Madrid y Podemos para la tramitación de la reforma de la Ley de Telemadrid. Sin embargo, todo cambió el pasado lunes. Los socialistas, que en un principio mostraron su disposición a aprobar la reforma planteada por los naranjas, se alinearon con el Partido Popular y votaron contra la Proposición de Ley.  

Este periódico habló el mismo lunes con Gómez Chamorro a escasas horas de la votación en la Mesa. El diputado socialista expuso la predisposición de su grupo a aprobar el texto. Sin embargo, señaló sus reticencias a la “lectura única” de la reforma. Luis Lombardo, a este respecto, indica que este hecho no implica ninguna “reforma legal”, sino de un aspecto “técnico-jurídico”, por lo que no entienden el cambio de opinión del PSOE-M.

Esta negativa de los socialistas allana el camino, de nuevo, a Lasquetty en su estrategia de presión hacia el ente público, pues el proceso se verá retrasado. Tras conocer los resultados de la votación, los trabajadores de Telemadrid lanzaron un comunicado en el que reprochaban este cambio de postura al PSOE-M.

Respuesta de los sindicatos

UGT, CC.OO y CGT explicaron que desde el PSOE se les ha trasladado la necesidad de iniciar un proceso de debate imprescindible en cualquier reforma legal. Es decir, los socialistas no aceptaron la tramitación por la vía de lectura única para que los grupos parlamentarios pudieran analizar "a fondo" el texto.

Se trata de un “error” de los socialistas, según los sindicalistas. En este sentido, los trabajadores de Telemadrid en el mencionado comunicado conjunto, en clara alusión al Partido Popular, sostienen que lo sucedido, solo beneficia a los populares, 'que querrían seguir utilizando como monedas de cambio la necesaria financiación del ente público'.