El Parlamento de Cantabria debatía el lunes la reprobación del director general de Innovación, Desarrollo Empresarial y Emprendimiento, Javier Puente. El motivo de la oposición para impulsar la proposición no de ley fue su participación en el cónclave antiabortista y ultraderechista que la Red Política de Valores celebró en el Senado el pasado día 2 de diciembre. El Grupo Parlamentario Socialista, liderado por Pablo Zuloaga, recriminó a la presidenta del Gobierno de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, su “silencio cómplice” al no afear a su subordinado la presencia a un aquelarre donde se “bramaba contra los derechos de las mujeres” y se hacía “apología de otra época” más oscura.

La proposición no de ley fue rechaza por el Pleno del Parlamento cántabro con los votos en contra del Partido Popular y de Vox, además de la abstención del Partido Regionalista de Cantabria (PRC); por lo que el director general de Innovación no pudo ser reprobado por la Cámara regional. No obstante, quedaron los momentos del socialista Pablo Zuloaga, quien se mostró especialmente duro con la presidenta autonómica popular. El fondo de la crítica del PSOE, de hecho, era la propia María José Sáenz de Buruaga y su silencio atronador al no condenar la asistencia de Puente a la VI Cumbre Transatlántica contra el aborto que el PP permitió en el Senado.

Zuloaga, a Buruaga: "No defiende la libertad de las mujeres porque su director general brama contra el aborto"

Zuloaga no sólo lamentaba la participación Puente en el cónclave organizado por Red Política de Valores, de la que además es consejero, sino que condenaba y denunciaba la participación del Gobierno de Cantabria en “este foro antiabortista, antifeminista, anti LGTBI y contra la eutanasia y todos los derechos que hemos conquistado como sociedad”. El dirigente socialista resaltó durante sus intervenciones que el director general de Innovación acudió a la cumbre “en nombre” del Ejecutivo regional.

En paralelo, Zuloaga ha solicitado a la presidenta regional que rompa su silencio y marque una posición sin tapujos porque este lunes lo que se debatía en el foro parlamentario era “su silencio cómplice”. “Calla y otorga”, proseguía el socialista.

“Está alineando sus votos con la extrema derecha, que acaba de decir que tiene una moralidad superior a la del resto de los que estamos aquí. Me queda claro que defiende la libertad, pero la de unos. No la de las mujeres, porque su director general estaba hablando en contra del aborto”, insistió, al tiempo que remarcaba que hacía “apología de otra época” más oscura, en la que las mujeres “no podían decidir”. O al menos, sólo podían hacerlo aquellas que “tenían dinero para pagarse los vuelos a Londres” e ir a abortar.

Zuloaga: "Hace apología de una época en la que las mujeres no podían decidir"

PP y Vox, graníticos

El diputado de Vox, Armando Blanco, apelaba a la libertad de expresión y aseguraba que quienes “apuestan por la cultura de la muerte”, en referencia a los socialistas, carecen de la “capacidad moral” para reprobar a quienes defienden la cultura de la vida. En ese momento, el ultraderechista aseguró que son "moralmente superiores”.

Desde el PRC, su portavoz, Pedro Hernando, también ha defendido el derecho de cualquier ciudadano a “exponer sus ideas y opiniones en cualquier foro”. Hernando ha expresado que no apoyarán al PSOE en su intento de convertir la participación de Puente en el foro en un tema mediático. Según el portavoz regionalista, esta situación ha sido “intrascendente” y su único propósito ha sido generar titulares.

Por su parte, el portavoz del PP, Juan José Alonso, acusó a los socialistas de actuar como una “inquisición”. Insistió en que el Gobierno de Cantabria no fue invitado al foro y, por tanto, no tiene que dar explicaciones al respecto. Además, calificó de “mentira en mayúsculas” la acusación contra Puente, destacando que su presencia fue “estrictamente personal” y durante sus días de vacaciones. Alonso defendió la libertad y criticó a los socialistas por intentar “eliminar la voz de los que piensan distinto a ellos”, lo que calificó como un claro ejemplo de “totalitarismo”.