María Guardiola, presidenta de Extremadura que opta a la reelección, se las prometía muy felices de cara a los comicios adelantados que se celebran este domingo. Las encuestas otorgan una clara ventaja a la baronesa del Partido Popular (PP), más atenta a Vox que a los socialistas; sin embargo, en los últimos días han salido a la luz varios escándalos, revelados en exclusiva por ElPlural.com, que podrían costarle la confianza de los extremeños. Familiares implicados, enchufismo, violencia machista y ocultación de agresiones sexuales pesan ahora sobre la candidata que no para de saltarse la ley electoral.

La mayor de las estocadas la recibía Guardiola este miércoles, cuando este periódico destapaba que el primo churrero al que había enchufado como chófer oficial de la Junta de Extremadura está registrado en el sistema VioGén, herramienta del Ministerio del Interior para proteger a las víctimas de violencia de género. Daniel Ollero Quintero, enchufado por la candidata del PP nada más llegar al poder, fue denunciado por acoso contra su expareja el pasado mes de abril. Tras un pacto con la Fiscalía, fue condenado a 6 meses de orden de alejamiento, 30 días de trabajo en favor de la comunidad -que todavía no ha cumplido- y la retirada del permiso de armas que tenía.

Después de publicarse la información, el chófer churrero enviaba un correo electrónico y mantenía una conversación telefónica con la presidenta de Extremadura en la que reconocía los hechos. Poco después era cesado del puesto que años antes le había sido entregado a dedo, una práctica habitual en el Ejecutivo extremeño de Guardiola. Si bien el escándalo no se ha detenido aquí, pues otra mujer ha levantado la voz, sumándose a la ola de denuncias que avanza en la vida política, y ha denunciado que el Gobierno autonómico y la dirección del PP han encubierto sus denuncias.

El señalamiento apunta al alcalde de Navalmoral de la Mata, Enrique Hueso, del que una concejala del mismo Ayuntamiento, Paula González, asegura haber sufrido “trato machista” y “abuso de poder” que la acabó obligando a abandonar el Gobierno local. La víctima acudió a los canales internos, trasladando a la dirección extremeña del PP la situación, pero a cambio tan solo recibió evasivas. Ante esta situación, la concejala escribió directamente a Guardiola y otros altos cargos, pero no recibió ni respuesta ni apoyo por su parte.

González indicaba a los mandatarios que llevaba varios meses soportando “malas contestaciones, faltas de respeto, abuso de poder y desplazamiento”, según publica eldiario.es, pero el PP optó por quitarle peso a su denuncia y defender al alcalde. “Aguanta”, “Ya sabes cómo es Enrique”, “Hablaremos con él”, “Tomaremos medidas”, le trasladó la dirección del PP, pero “el partido lo ha tapado”, denuncia la afectada, que terminó abandonado alegando que “no podía ni quería aguantar más”. Una denuncia que no es un caso aislado en Navalmoral, donde por lo menos existe otra mujer del equipo del alcalde que está sufriendo esta situación y ha sido ignorada por la dirección.

Viaje oficial a Japón con su marido

La opacidad en el Ejecutivo de Guardiola va más allá de las denuncias de acoso. El enchufe del primo churrero y acosador como chófer es una muestra más de una práctica extendida. La colocación de antiguos cargos del PP en la empresa pública más grande de Extremadura, la Sociedad de Gestión Pública de Extremadura (GPEX) o la asignación a dedo de contratos de la televisión pública al hermano de una concejala, concretamente del programa de Nochebuena, son solo algunos de los casos, a los que ahora se suman las sospechas por el viaje oficial a Japón al que acudió con su marido.

El pasado mes de mayo, la presidenta de la Junta de Extremadura visitaba el país asiático en el marco de un viaje institucional, con el objetivo de estrechar lazos entre la comunidad extremeña y la japonesa y con el fin de atraer inversores a la región. Un viaje que, como se ha conocido posteriormente, hizo acompañada de su marido, pese al carácter institucional del desplazamiento. Una situación que, si bien no tendría por qué ser problemática por sí misma, ha levantado sospechas tras las respuestas de Guardiola sobre la expedición.

La mandataria no incluyó el nombre de su marido en los documentos entregados por la Junta al Parlamento extremeño, en los que se detalla el listado de personas de la comitiva, y reniega de aclarar quién costeó el vieje de su acompañante, un ciudadano privado sin relación con la administración pública. Billetes, hoteles, transportes o dietas, son muchos los gastos que podrían haberse pagado a cuenta de los bolsillos de los extremeños y que el Ejecutivo podría esclarecer rápidamente, en caso de haber sido costeados por su marido. Sin embargo, el ocultismo parece apuntar en la otra dirección.

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