La polémica por las residencias de mayores nunca ha dejado de estar presente en la Comunidad de Madrid, pero esta ha cogido especial fuerza desde el coronavirus, cuando el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso firmó los conocidos como protocolos de la vergüenza, que impidieron el traslado de residentes a hospitales con un número -el 7.291 en referencia a estas persona que fallecieron por la no derivación- que persigue a la presidenta cada vez que este tema sale en el debate político o social.
Desde entonces, otro de los asuntos que ha generado controversia es el que tiene que ver con la comida, y es que el Ejecutivo de Sol ha premiado con contratos para servirla a empresas reincidentes. La asociación Marea de Residencias, que siempre pone pie en pared con el objetivo de conseguir la dignidad de las personas mayores que se encuentran en estos centros, ha vuelto a denunciar un hecho que ya es más que habitual.
La organización, formada por trabajadores y familiares, ha vuelto a subir imágenes en los últimos días de la comida que reciben los mayores de algunos de los centros de la Comunidad de Madrid y se ha mostrado tan contundente como de costumbre. Entre las fotografías aparece la de unas albóndigas que califican de “vomitivas” o fruta -manzanas y melocotones- directamente podridas.
Comen más los cubos de basura que los residentes
Para su denuncia pública, la Marea de Residencias ha lamentado que “comen más los cubos de basura que los residentes” y se ha acordado de una de las frases más utilizadas por la presidenta madrileña y sus seguidores para confrontar con el Gobierno Central y el presidente Pedro Sánchez: “Con lo que le gusta la fruta a la presidenta…”. Con todo, también han condenado el trato que reciben las personas más allá de la alimentación, con “escoceduras por pañales de baja calidad”, por ejemplo.
Mientras tanto, la Comunidad de Madrid mantiene los contratos
Entretanto, el Ejecutivo madrileño ha vuelto a dejar recientemente la alimentación de las residencias de mayores y otros centros -sociales- en manos de una compañía que ha sido sancionada económica por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), precisamente por esta cuestión: la Plataforma Femar (Femar). También resultaron apercibidas de manera formal la compañía Frutícolas Ateca S.L (Ateca) y Hermanos Vidal SL (Hnos Vidal).
Dos de estas compañías han repetido con la región con sede presidencial en la Real Casa de Correos desde que en septiembre del año pasado y hasta abril del presente la región privatizara la alimentación de toda la red pública de la autonomía. Hermanos Vidal, por su parte, aparece en los últimos contratos que refleja el Portal de Contratación de la Comunidad de Madrid, aunque la oposición apunta también a Acacio S.L, filiar de Femar que “de milagro” finalmente no se quedó con ningún lote.
La portavoz de Políticas Sociales del PSOE de Madrid (PSOE-M), Lorena Morales, explicaba de manera más detallada a este medio de comunicación el procedimiento de contratación a la vez que afeaba la manera en la que se había llevado a cabo.
En primera instancia, se mostraba muy crítica con el hecho de que se haya pasado “de tener a dos empresas que sirven comida podrida, a tres; además de una -Acacio- que entra en subasta porque, aunque nunca se había presentado, ve el negocio”. Esta compañía, para poner en contexto al lector, también podría haber recibido lotes ya que recurrió la decisión, pero la perdió. Femar, que procedió del mismo modo, sí que ganó, obteniendo con ello un lote más después de la sentencia.
“¿Por qué la Agencia Madrileña de Atención Social, que es de la que dependen los centros le comunica a la CNMC que sospecha que estas empresas funcionan como un cárter si después las dejan seguir adelante?”, pregunta Morales.
La CNMC denunció a la Plataforma Femar con 2.448.000 euros por tres infracciones. En concreto, el organismo desmantelaba tres cárteres que se dividían el suministro de comida a hospitales, residencias de mayores o instalaciones del Ejército después de una investigación que comenzó gracias a las consultas sobre algunos de los contratos que llevaron a cabo funcionarios de otras administraciones también de la CNMC.
Las empresas apercibidas fueron Plataforma Femar, S. L. (Femar), Acacio, S.L. (Acacio), Serviline Foods, S. L. (Serviline), Asesores Llangon, S.L. (Llangon), Leonesa de Patatas, S. L, Hermanos Vidal, S. L. (Hnos. Vidal) y Frutícolas Ateca, S. L. (Ateca) con una cuantía que subió hasta los 3,13 millones de euros a los que hay que sumar 176.000 euros a sus directivos. También se desmantelaron otros cárteres como el formado por Femar y Leonesa de Patatas SL.