Sobre la mesa del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en el arranque de este nuevo curso político destacan el desafío del calendario, los presupuestos para el próximo año y las aún recientes cartas de dimisión del exvicepresidente, Juan García-Gallardo y los consejeros de Vox que renunciaron el 12 de julio al toque de corneta de Santiago Abascal.
Gobernando ahora en minoría, Mañueco anuncia en su primera comparecencia tras el verano una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios para la que no esperará mucho más allá de la semana próxima, cuando se celebra el primer pleno en las Cortes, con la intención de buscar apoyos para poder agotar la legislatura y sin ninguna de adelantar las elecciones autonómicas que tocarían en 2026.
Sin noticias de la “concordia” ni la “violencia intrafamiliar”
Preguntado sobre su hoja de ruta, ahora que Vox ha salido de la ecuación, sobre los más polémicos puntos del acuerdo de gobierno que firmó con la ultraderecha, y en concreto las tristemente famosas “ley de concordia” y “violencia intrafamiliar”, Mañueco da la callada por respuesta e insiste en que sus principales preocupaciones son la vivienda y los servicios.
“No había exigencias de una formación política u otra, no hubo imposición, fue un entendimiento”, insiste, “pero la prioridad del Gobierno de Castilla y León es cumplir con los compromisos que adquirí en el debate de la Comunidad y una de las principales preocupaciones es la vivienda; en eso vamos a trabajar”.
Sobre lo que sí se ha mojado Mañueco es sobre la indescriptible tonadilla del alcalde del municipio abulense de Vita, Antonio Martín Hernández, a quien este domingo el también procurador castellano y leonés, Pablo Fernández, de Unidas Podemos, reclamó que el PP cesara fulminantemente tras subirse a un escenario regocijándose en estrofas como "Me encontré una niña sola en el bosque, la cogí de la manita y me la llevé a mi camita. Le subí la faldita y le bajé la braguita".
Mañueco califica como “absolutamente intolerable” la actuación del edil sobre el que, ha dicho, “el PP de Ávila ya ha tomado medidas esta misma mañana”, en referencia a la decisión del partido de sacarlo de su grupo municipal.
Continúa la cruzada contra Sánchez
En lo que no hay novedad destacable de cara al nuevo curso político de Mañueco en solitario es en la cruzada contra Sánchez, que continúa.
El presidente de Castilla y León continúa teniendo en los labios el nombre del presidente del Gobierno de España a cada pregunta sobre la financiación autonómica, sobre Cataluña o sobre la amnistía.
Es al Gobierno de España al que le corresponde poner sobre la mesa un modelo de financiación autonómica”, subraya, “y Castilla y León estará en contra de cualquier privilegio, porque lo que quiere hacer Sánchez es robar a Castilla y León, se llame como se llame: quita de deuda, trato preferente, cupo, financiación singular, concierto o cualquier privilegio fiscal”.
Además del recurso al Tribunal Constitucional contra la amnistía catalana, Mañueco avanza oposición judicial por tierra, mar y aire y en donde haga falta: “vamos a estar en contra y acudiremos al Constitucional o a los tribunales de justicia, sea Supremo, Audiencia Nacional o Tribunal Superior de Justicia de Cataluña; vamos a dar esa batalla, porque rompe la igualdad de todos los españoles, la justicia social y la solidaridad entre los territorios”.