El entramado empresarial del novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, al que se ha abierto juicio por fraude fiscal, no se queda en el ático de Chamberí -sobre el que recae una sombra importante de oscurantismo-, sino que alcanza muchos y muy distintos puntos de España y también del mundo.

En clave nacional, no pasan desapercibidos los vínculos de la pareja de la lideresa regional con Sevilla, y es que algunos de los nombres que acompañaron de alguna manera a González Amador en su aventura empresarial figuran también en el último auto del juzgado de instrucción número 19 de Madrid.

En concreto, Agustín Carrillo Saborido y su hermano José Miguel Carrillo Saborido aparecen asimismo en el documento que compromete al empresario. El primero es miembro del PP en la localidad hispalense del Arahal y se habría deducido de forma “indebida” facturas por valor de 41.200 euros por servicios no prestados por la compañía Baluarte Desarrollo Centro Especial de Empleo y Desarrollo Social el CEE el Manantial SL.

El segundo, por su parte, habría realizado la misma gestión que él con “cinco facturas” por valor de 66.000 euros de la “sociedad Blanconera de Servicios Profesionales” y por “10.500 euros” por Blanconera SPA SLU”.

A ellos se le suma David Herrera Lobato, quien ha dispuesto de cerca de una veintena de compañías en la misma localidad de Sevilla y que habría elaborado facturas falsas con una de las compañías de González Amador, mientras que el novio de Ayuso se habría deducido también de forma ilegal con Bianconera de Servicios Profesionales, una de las muchas firmas de Herrera. El valor ascendería a los 66.000 euros. Tanto él como los tres anteriores habrían prestado sus nombres y sociedades pantalla para las facturas falsas.

Todavía dentro de España, González Amador obtuvo en León una empresa de droguería, perfumería y cosmética, sin inmuebles ni empleados y con un capital discreto que podría haber hecho las veces de “mera sociedad interpuesta” para canalizar parte del doble fraude fiscal. Además, habría operado para ocultar un supuesto soborno.

De la provincia castellanoleonesa es también originario el asesor fiscal que representó al novio de Ayuso y administrador del ático que después alquilaría a González Amador, valorado en un millón de euros.

Fuera de España

Saliendo de España lo cierto es que la pareja de la responsable autonómica ha hecho igualmente negocio en diferentes lugares del mundo. Por ejemplo, en Miami, donde la pareja pasó sus últimas vacaciones de verano y en la que la pareja de Ayuso constituyó una empresa en Boca Ratón (Florida), muy cerca del enclave anteriormente mencionado que, parece, cumplió el mismo objetivo.

El entramado empresarial de la responsable de Sol se expande asimismo a Costa de Marfil, donde González Amador intentó dar otro pelotazo a través de la venta de vacunas Covid al Gobierno de allí. De hecho, es aquí donde se desgravó la principal compañía de la pareja de Ayuso -Maxwell Cremona- la mayor factura falsa de todas las desgravadas por González Amador (922.585,63 euros).

En el país africano González Amador trató de intermediar en la compraventa de vacunas con sobrecostes para repartirse con su socio dos millones de euros en concepto de comisiones, recurriendo para ello a la misma Maxwell Cremona, empresa que ya se lucró en 2020 con la venta de mascarillas y entorno a la cual destacan varias sociedades, entre ella una en Costa Rica. El Gobierno costamarfileño desechó el acuerdo ante al elevado precio de la dosis, a pesar de que González Amador intentó persuadir a Hacienda de que la transacción provocó unos gastos enormes que, en realidad, nunca existieron.

Panamá tampoco escapó a los negocios de la pareja de Ayuso. Desde 2021 y hasta 2022 tuvo una firma aquí que administró después de su fraude a la Agencia Tributaria. Fue disuelta en 2022 tras los dos ejercicios en los que las empresas de la pareja de la presidenta en España dispararon su facturación y cometieron los delitos al disminuir sus beneficios valiéndose de facturas falsas y empresas pantalla.

Asimismo, en México la pareja de la administradora de Sol contemplaba el enlace de Maximiliano Eduardo Niederer González (reconocido como Max), a su vez testaferro de González Amador en las dos mayores facturas con las que habría defraudado a Hacienda en el ejercicio de 2020 a 2021. La jueza ordenó localizarle el pasado 31 de enero porque su defensa no le había facilitado la dirección. La relación del compañero de Ayuso con la empresa en la que operó aquí, sin embargo, viene de más atrás; de 2013, cuando “actuó como secretario Ad-Hoc”.

Es su nombre el que se aprecia también en los negocios de Costa de Marfil, dado que una parte de los beneficios que consiguió de aquí fueron a parar a los bolsillos de Nieder por sus gestiones. En una época en la que era complicado adquirir vacunas, se acuerda “ir por otra vía” ya que la licitación saldría en pocas fechas. Es aquí donde aparece otro nombre más, el de Tec Pharme Europe, que se presenta a concurso con la esperanza de poder conseguir las vacuna para después venderlas a Costa de Marfil. 40 céntimos se deducen a concepto de logística, amén de unas comisiones que el novio de Ayuso establece en un 7,5%, parte del cual va a parar al empresario mexicano.

El negocio, sin embargo, entró en barrena total. Según consta en la documentación del Ministerio Público, el precio y la cantidad de vacunas nunca contó con la firma de Costa de Marfil. Así las cosas, hay una segunda oferta tras varios días de conversaciones y acuerdan “presentar 15 dólares como precio final”; de forma que en 2021 acuden al concurso, pero no ganaron la licitación precisamente por el alto precio de las vacunas.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover