La universidad pública en la Comunidad de Madrid se encuentra al borde del colapso financiero. Así lo ha denunciado José Vicente Saz, rector de la Universidad de Alcalá y presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Madrileñas (CRUMA), en una entrevista reciente en la Cadena SER. Según Saz, los fondos que reciben las universidades públicas por parte del Gobierno regional y las matrículas son insuficientes para cubrir los gastos básicos, especialmente las nóminas y los gastos corrientes.
La Universidad de Alcalá, con más de 3.000 trabajadores, se encuentra "al borde de la supervivencia", según Saz. Más del 60% de su presupuesto se destina al pago de nóminas, y los gastos corrientes representan una carga adicional significativa. "Una universidad es una gran empresa", afirma Saz, destacando la necesidad de condiciones óptimas para que el personal pueda desempeñar su labor.
Aunque el Gobierno regional ha anunciado un incremento de 47 millones de euros en la financiación para 2025, Saz considera que esta cantidad es insuficiente. Para garantizar el funcionamiento adecuado de las universidades públicas, estima que se necesitaría un aumento mínimo del 15% al 20% respecto a lo que actualmente perciben. Además, señala que llevan tanto tiempo ajustándose a cifras muy restrictivas que ni siquiera han calculado cuál sería el presupuesto ideal.
Para poder crecer y no solo sobrevivir, Saz estima que la universidad pública necesitaría al menos entre un 5% y un 10% más en financiación respecto a la actual, para poder diseñar un programa de crecimiento a medio y largo plazo. Para ello, considera imprescindible contar con una visión de futuro clara, es decir, conocer con certeza las cantidades que recibirán en los próximos años.
Actualmente, las seis universidades públicas madrileñas están negociando con la Comunidad de Madrid un nuevo modelo de financiación. La propuesta, con una vigencia de cinco años, se basa en tres elementos: una financiación básica para cubrir los gastos estructurales de la universidad, una parte específica según las características de cada universidad, y una tercera basada en objetivos. Saz considera que lo más importante en este momento es garantizar que la financiación básica cubra las necesidades estructurales de las universidades.
El presidente de la CRUMA relata que, cuando las seis universidades públicas realizaron una manifestación conjunta, la respuesta fue muy satisfactoria. Tras la declaración que hicieron, fueron recibidos por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto a parte del Gobierno regional. Esta reunión, señala, no se celebraba desde hace mucho tiempo. Añade que desean repetir esa imagen de unidad el próximo 20 de mayo, dos días antes de la huelga general convocada en defensa de la educación pública, prevista para el 22 de mayo.
Por su parte, las asociaciones en defensa de la universidad pública no ven sus objetivos logrados en las reuniones con el Ejecutivo regional. La huelga convocada el próximo 22 de mayo tiene el objetivo de llamar más la atención del Gobierno de Ayuso para que ponga solución a este problema. La última huelga general, celebrada el 28 de abril, no tuvo el éxito esperado ya que se vio eclipsada por el apagón masivo que se vivió en la Península, por ello, se espera que la próxima convocatoria sea aún más multitudinaria.