Con el actual escenario de división política en España entre Gobierno y oposición del Partido Popular y Vox ante el genocidio que está acometiendo el Ejército israelí en Gaza, la brecha entre ambas posturas cada vez es más acuciada y no se percibe un horizonte de entendimiento a corto plazo. Sin embargo, sobre otro de los frentes bélicos actuales, el Partido Popular y Vox esgrimieron una postura bien distinta a la que ahora adoptan con Palestina.

La guerra de Ucrania, motivada por la invasión de Vladimir Putin, obtuvo la rápida y contundente condena de España sin distinción de color político; tanto que desde el Pleno municipal dio luz verde a una iniciativa de Vox que calificó las atrocidades del Ejército ruso de “genocidio” contra el pueblo ucraniano. Sin embargo, años después y con el terror en Gaza, la posición se sitúa en las antípodas.

Cabe retroceder al 26 de abril de 2022, cuando el Pleno de Cibeles acogió en su sesión ordinaria una iniciativa impulsada por Javier Ortega Smith, de Vox, para condenar la ofensiva de Putin en territorio ucraniano y resultó aprobada.

Tal y como reza en el registro del Pleno el 21 de abril de 2022 y puede comprobarse en la web del Consistorio de Almeida, en el apartado de proposiciones de los partidos políticos en el número 48, reza así: “Que el Ayuntamiento de Madrid condene de forma expresa la invasión militar rusa emprendida por su presidente, Vladimir Putin, que está produciendo el genocidio y la vulneración de los derechos humanos del pueblo ucraniano”.

Similares palabras las que empleó el propio Ortega Smith en el Pleno de Cibeles el 26 de abril de aquel año. La iniciativa fue aprobada y salió adelante con el voto a favor de los populares de Almeida.

Por parte del Ayuntamiento, Almeida dispuso todos los recursos necesarios en Madrid para acoger a los refugiados ucranianos que huían de la guerra de Putin.

Distinto relato del PP y Vox con Gaza

Tres años más tarde, con la masacre del pueblo palestino en Gaza en manos del Ejército israelí y por la que ya se ha cobrado la vida de más de 65.000 personas, el relato en el tablero político español en manos de la derecha no es el mismo que se ha venido esgrimiendo sobre la guerra de Ucrania.

El argumentario de los populares en torno a la masacre al pueblo gazatí no pasa por hablar de genocidio. En palabras del propio Almeida la pasada semana, y en uno de los últimos Plenos municipales, dijo que “no hay un genocidio en Gaza”: Porque el genocidio fue el del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial. Hablan del Estado de Israel y cuando uno achaca un genocidio a un Estado es porque quiere acabar con ese Estado”, condenó. Ante la polémica que suscitaron sus declaraciones, un día después se reafirmó: “Cuando se está hablando de un genocidio se debe estar muy seguro de que se está produciendo, y, por ahora, no hay pruebas de que se esté produciendo”, defendió en declaraciones a la prensa.

Sin quedarse en este punto, y ante los recientes acontecimientos en La Vuelta en Madrid, donde la manifestación propalestina paralizó y suspendió la recta final de la competición, la derecha cargó contra el Gobierno central con un discurso más enfocado a la causa israelí. En el caso de Almeida, culpó al presidente Pedro Sánchez de utilizar estas protestas “como excusa para cubrir sus carencias políticas”: “Podréis incendiarnos las calles, podréis alentar la violencia, podréis generar disturbios, que os volveremos a ganar en las urnas", advirtió el alcalde en alusión a la izquierda política.

Por su parte, Ortega Smith, con respecto a lo sucedido en La Vuelta, entonó un argumento más duro y acorde con la dinámica de Vox para tachar a los manifestantes propalestinos de “yihadistas y etarras” que fueron “bajo las órdenes del mayor enemigo de España”, aludiendo al mandatario de Moncloa.

Siguiendo su línea, y en terminología general, la postura del partido de Santiago Abascal con respecto a la masacre en Gaza la definen como “una guerra por un territorio”. Así lo ha expresado la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, este martes en el Congreso: “No tendría, a priori, mucho que ver”, en referencia a la definición de genocidio. Por ello, desde la ultraderecha acusan al Gobierno de “populismo” y “cortina de humo” por calificar de genocidio lo que acontece en territorio palestino.

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