Es habitual ver imágenes de peleas en las fiestas patronales. No es nada nuevo y, muchas veces, pese a los esfuerzos del Ayuntamiento de turno, es algo inevitable. Aunque también es cierto que cuando la gestión es mala, la posibilidad de que sucedan es mayor.

Las noches en las Ferias de Alcalá de Henares (Madrid), que terminan el próximo domingo 3 de septiembre, están dejando consigo imágenes que a nadie le gusta ver y que empañan la diversión, objetivo primero y último de cualquier evento de este tipo. Así las cosas, están circulando vídeos que muestran escenas muy violentas, a las que ha tenido acceso Elplural.com. Una de estas reyertas, como muestra la secuencia que acompaña a estas líneas y ha inundado las redes sociales, se ha producido delante del Ayuntamiento del municipio.

Gestión cuestionada

No es cuestión de responsabilizar a nadie, pues, evidentemente, siempre existen esfuerzos para tratar que estas cosas no pasen. Sin embargo, el cambio del sistema de seguridad perpetrado por el Consistorio actual, formado por PP y Vox, no ayuda a erradicar o, al menos, minimizar los daños de estos hechos. Así lo denuncian en conversaciones a este medio fuentes socialistas, que explican que, a diferencia de ocasiones anteriores, el dispositivo se ha centrado única y exclusivamente de manera especial en la zona del Ferial -donde la fiesta muestra todo su auge, al ubicarse aquí las casetas y la feria propiamente dicha – y la Plaza de Cervantes, de una forma además, un tanto ‘cuestionable’.

Al lado del Ferial, hasta el año pasado los jóvenes pasaban parte de las fiestas en el Parque de la Juventud, ubicado a poca distancia. Sin embargo, este año se ha prohibido la práctica aquí lo que, sumado a la excesiva concentración policial en un enclave, ha provocado que la gente mantenga los encuentros en puntos repartidos por toda la ciudad. En ellos no hay policías en caso de que suceda algo.

Cabe destacar, además, que el despliegue policial, aunque concentrado, es muy grande, y es que la derecha y la extrema derecha han querido exhibir músculo en un ámbito que al curso anterior criticaron sobremanera a sus predecesores después de una reyerta que culminó en el desalojo del Recinto Ferial. Sin embargo, fuentes del PSOE señalan a este medio que no hay información acerca del dispositivo “más allá de las ruedas de prensa”, ya que la alcaldesa Judith Piquet Flores (PP) “no ha querido convocar el consejo de seguridad ni dar información al resto de formaciones”.

“Percibimos que todo el esfuerzo policial está centrado en el Ferial y en ocasiones en la plaza de Cervantes (…) Esto hace que otros puntos de la localidad queden desatendidos”, exponen las fuentes mencionadas respaldando lo explicado. “La prohibición del botellón en el Parque de la Juventud ha provocado que se produzcan otros pequeños en lugares distintos, donde se dan episodios de violencia”, cuentan; mientras se refieren a otras cuestiones: “También se están ensuciando otras zonas verdes, hay más ruido en estos lugares ‘apartados’, se molesta a los vecinos (…) En definitiva, estamos viendo imágenes de violencia y suciedad fuera de lo que es el recinto Ferial por el empeño de la alcaldesa de cubrir solo esta zona”.

Dinámica anterior

La dinámica de otros años pasaba por distribuir los esfuerzos de seguridad a lo largo del mapa local, así como permitir a los jóvenes tomar algo en el mencionado parque, que había sido reformado todavía en la anterior legislatura. “Si se producía algún altercado, alguien daba la voz de alarma y la policía estaba a 15 metros”, exponen. “Si pides a un Policía que tiene estar en la valla de la entrada del Ferial o de la Plaza de Cervantes mirando que no metan botellas, a la vuelta de la esquina puede estar perfectamente pasando algo y que no se dé cuenta", acompañan.

Falta de transparencia

En la misma línea, la oposición lamenta que el Ayuntamiento no esté dando información al resto de partidos del despliegue ni de las consecuencias concretas de las trifulcas, cuando lo que venía siendo habitual era que cada día se ofrecieran datos acerca del número de heridos y otras cuestiones asociadas a estos episodios.

Año pasado

Hace ahora poco más de un año, la información fragmentada a través de mensajes y vídeos cortos en redes sociales elevó el grado de fatalidad de una pelea cuyo tratamiento por parte de las autoridades se había llevado a cabo de manera razonable, cerrando el recinto unos quince minutos antes de lo previsto y separando a los violentos del resto de la gente.

Los hechos dejaron cinco heridos leves, todos ellos agentes, pero no se concretaron las informaciones de machetes y tiroteos, incluso de fallecimientos, que se sucedieron durante las horas siguientes, y es que la Policía no requisó ningún objeto filoso. “Nunca se demostró nada de esto (…) Ahora también llegan noticias similares, de que los vecinos han visto machetes, pero no hay una prueba fehaciente”, cuentan las fuentes consultadas.