José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, ha presumido en varias ocasiones en sus cinco años al frente del consistorio madrileño de haber inaugurado y entregado viviendas eficientes, de máxima calidad, saludables y asequibles de carácter público. En total, el equipo de gobierno del regidor madrileño, concretamente la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), ha finalizado y entregado 2.046 viviendas repartidas en 27 promociones. No obstante, no es oro todo lo que reluce en la gestión del popular, ya que de estas viviendas que ha entregado, ni un tercio han sido impulsadas por su gobierno.

Almeida ha entregado en sus dos mandatos un total de 1.426 viviendas que se empezaron a edificar en el mandato de Manuela Carmena y, por el contrario, solamente 620 han sido impulsadas por su gestión. Dicho de otro modo, en cinco años en el Ayuntamiento de Madrid, Almeida solamente ha impulsado la construcción de 620 del total de 2.046 viviendas que ha entregado. Todo ello según los datos que ha facilitado tanto la EMVS en una petición de información como el Gobierno de Almeida.

Ante estas cifras, la concejala de Vivienda de Más Madrid, Lucía Lois, ha denunciado la falta de compromiso del regidor en materia de vivienda, en un contexto de emergencia por la subida exponencial de los precios de alquiler y compra, que imposibilitan a jóvenes y familias acceder a la vivienda digna en grandes zonas de la capital.

El parque público de vivienda es escaso en la ciudad debido a la venta masiva a fondos de inversión y las políticas que impulsaban la venta a particulares desde el mandato de Ana Botella. Y solo gracias a las políticas puestas en marcha durante el mandato de Carmena pudimos recuperar la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo como promotora de vivienda pública en alquiler”, señala Lois en declaraciones a ElPlural.com.

En el mismo sentido, la concejala de Más Madrid remarca que el Ayuntamiento dirigido por Almeida “no tiene ninguna intención de apostar por la vivienda pública que necesita la ciudad”: “En una crisis de vivienda como la que vivimos, para igualarnos a ciudades europeas como Viena o Paris, este nivel de construcción de vivienda está muy por debajo de lo necesario”.

“Madrid sufre una emergencia habitacional y Almeida aplica un modelo de gestión que se basa, por un lado, en incumplir la normativa vigente para cerrar los miles y miles de pisos turísticos ilegales que hay e incorporarlas al mercado del alquiler, y por el otro, dedica a expoliar el patrimonio público, cediendo suelo a privados para que se forren construyendo viviendas, supuestamente, de alquiler asequible que de asequible no tienen nada”, añade.

Además, sentencia: “Incumplir las normas, incumplir la ley de vivienda y dar pelotazos urbanísticos, ese es el resumen de la política de vivienda pública que tiene Almeida, que se ha dedicado a vivir de nuestro legado y a trabajar para los especuladores”.

El desmantelamiento de la vivienda pública

El parque público de vivienda en Madrid es escaso, debido en gran parte a las políticas que durante años se han llevado a cabo y que han propiciado la venta masiva a fondos de inversión y la venta a particulares. En concreto, políticas impulsadas desde el equipo de gobierno que encabezó Ana Botella, entre 2011 y 2015.

Así, en diciembre de 2010, la EMVS contaba con más de 10.600 viviendas, para poco más de un año después, en 2012, cayeran a 8.719, y alcanzando las apenas 6.000 viviendas cuando Manuela Carmena llegó a la alcaldía en 2015.

Entre 2012 y 2015 no se inició ninguna obra nueva de vivienda pública, pero tras la modificación de los estatutos de la EMVS, llevada a cabo en 2015 por el nuevo equipo de gobierno liderado por Carmena, se recupera su capacidad promotora y se ponen en marcha diferentes planes de obra nueva con los que incrementar notablemente el parque público de vivienda en régimen de alquiler.

En el mandato de Manuela Carmena se puso en marcha el Plan Municipal de Vivienda Nueva 2016-2019, que tenía como objetivo la construcción de 4.120 viviendas públicas en régimen de alquiler. Después, con la llegada de Martínez-Almeida a la alcaldía, devolviéndosela al PP, las tornas vuelven a cambiar y la prioridad ya no es la construcción, sino la venta a fondos y particulares.