La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es experta en hacer suyos fondos estatales que, en la práctica, destina a medidas que favorecen a las clases altas o fomenta el negacionismo, por ejemplo, de la violencia machista.

En la presente legislatura, Moncloa transfería ayudas a las comunidades autónomas para políticas de planificación y laborales que, entre otras cosas, tenían como objetivo fomentar la conciliación. Sin embargo, la responsable regional lo destinaba a contratar a empleadas domésticas. El dinero, pese a que el Ejecutivo Central ya no lo emite a la región, lo conserva el Partido Popular en el tiempo, aunque esto le cueste una importante suma a las arcas públicas de la autonomía.

Ayuso mantenía así la línea de actuación llevada a cabo con otras cuestiones como la violencia de género, una lacra que el Ejecutivo Central combate a través de los fondos del Pacto de Estado con un montante económico que llega a las comunidades autónomas y que la presidenta madrileña ha destinado a los polémicos centros de atención a las familias, cuyos defensores se sustentan en las denuncias falsas.

Ayudas para contratar a empleadas del hogar

La Comunidad de Madrid destina tres millones procedentes de las cuentas públicas a ayudar a aquellas familias que quieren contratar a personal doméstico, un servicio que no está al alcance de cualquiera. Esta partida presupuestaria encuentra su controversia en varias razones, siendo la primera de ellas, precisamente, que parece pensada para los más pudientes; algo que no tendría que ser necesariamente un problema si no fuera porque la derecha, una vez más, los favorece en detrimento de quienes menos tienen y más necesitan los servicios públicos y sociales.

Un claro ejemplo de ello es que, mientras el equipo de la presidenta se arropa a las familias que, en principio, podrían concordar más con su ideología, abandona a su suerte a otras que sí requieren de la atención de la administración como son aquellas que tienen a sus hijos en cuidados paliativos. Para esta necesidad han destinado alrededor de dos millones de euros. Según los datos a los que ha tenido acceso ElPlural.com, de las 3.863 solicitudes, solamente se aprobaron 609.  

La portavoz de Política Sociales del PSOE de Madrid (PSOE-M), Lorena Morales, lamenta profundamente esta deriva made in Ayuso. “Ella que es tan defensora de la vida… a la hora de la verdad, miente”, afea en declaraciones a este periódico, subrayando que en esta ocasión “no ha dispuesto de sus propios recursos como sí ha hecho con las ayudas para contratar a empleadas domésticas”. “Se la han cargado, sin respondernos por qué. Ahí se ven las prioridades del PP y la señora Ayuso”, remacha.

Siempre favoreciendo a quienes más tienen

Además, la polémica ayuda para contratos de empleadas domésticas se otorga por orden de entrada, lo que favorece que una familia que cobre un buen sueldo pueda tener preferencia sobre otra de menor renta. “¿Cuánta gente del PP se está beneficiando?”, pregunta Morales. Y otra vez, como si del día de la marmota se tratara, atendiendo a la renta per cápita, siguiendo así la estela de las becas comedor u otras medidas educativas. “Al hacerse así, el límite de la monoparental siempre es inferior respecto al de una familia biparental, es de cajón”,

Mientras tanto, para subvenciones que sí deberían regirse por otros barómetros, el que pone la autonomía deja fuera a quienes más las necesitan, como pueden ser las familias monoparentales. Eso ha sucedido con varias de sus medidas estrella: el plan de natalidad, las ayudas por partos múltiples, etc.

“Les hemos dicho mil veces que la forma de hacerlo deja fuera a muchísimas familias que les hace falta, pero les entra por un oído y les sale por otro, porque no trabajan para todas las familias, sino para las que les entran en su marco ideológico, y las monoparentales no les entran”, indica, insistiendo en las familias con hijos en cuidados paliativos: “Son las más dignas de compasión y apoyo, pero la señora Ayuso ya dijo que no gobernaba en base a sentimientos. Desde luego, está clarísimo”.

Con los datos sobre la mesa, las cuentas de la Comunidad de Madrid en según qué cuestiones han lugar, cuanto menos, al beneficio de la duda. Se trata de algo especialmente llamativo cuando guarda relación con algunas de las medidas estrella que la presidenta ha anunciado a bombo y platillo durante su mandato.

Seguramente, la prueba más fehaciente sean las ayudas a la natalidad que hace ya cuatro años que la baronesa anunció y de los cuales solo ha puesto en marcha cerca 38,8 millones de los 250 prometidos a fecha de hoy.  Lo mismo ocurre con lo transmitido para partos múltiples: de tres millones se han ejecutado únicamente 756.000 euros en 2024. Y así, suma y sigue: “Es un fracaso total”.

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