El Partido Popular de Galicia sigue la línea marcada desde Génova por Alberto Núñez Feijóo en todas las materias. En este marco se sitúa lo que sucede en materia de inmigración y, en concreto, de menores migrantes.

La Xunta de Galicia ha insistido en las últimas horas en que el centro que albergará a estos menores procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla no es más que una "consecuencia de las imposiciones" del Gobierno central.

En este contexto, el Ejecutivo que preside Alfonso Rueda ha llegado a responsabilizar a las políticas impulsadas desde Moncloa de "acabar provocando" ataques como el sufrido el sábado en el futuro centro de Monforte de Lemos (Lugo).

Estas afirmaciones las ha plasmado el PPdeG en un comunicado lanzado a raíz de unas declaraciones realizadas por el secretario de Estado de Juventud, Rubén Pérez, en una entrevista en Ser Galicia ayer domingo, pero que fue grabada horas antes del ataque citado por los 'populares'.

Precisamente, Pérez no dudó en criticar que la Xunta de Galicia cree este centro apuntando a que, en la actualidad, la región "está muy por debajo de los niveles migratorios del resto de España".

Desde la Consellería de Política Social, sin embargo, se ha ofrecido una versión no solo diferente, sino contraria al posicionamiento del Ejecutivo central. En este sentido han indicado que “el sistema autonómico de protección de la infancia y adolescencia tiene sobreocupación, por lo que es totalmente falso que Galicia tenga plazas disponibles para responder a la imposición del Gobierno central que quiere enviar a la comunidad 317 menores extranjeros".

De este modo, asegura que "no tiene otra alternativa" a la habilitación de edificios específicos como el de Monforte, lo que perfila como una "consecuencia de una imposición orquestada por el Gobierno". En contraposición, defiende el sistema de protección gallego como un "modelo de éxito".

Abandonar los "discursos de odio"

Cabe recordar que las futuras instalaciones de la Xunta sufrieron el pasado sábado un ataque con artefactos explosivos. Como consecuencia del mismo, resultaron afectadas varias estancias, como el comedor, mientras que el resto del edificio quedó afectado por el humo.

Como viene siendo habitual y encuadrado en la estrategia fijada desde la sede nacional del PP para todas las regiones en las que gobiernan, también en este caso el Ejecutivo de Alfonso Rueda, además de condenar el ataque, no ha dudado en acusar a Pedro Sánchez de "poner en riesgo" con sus políticas en este embargo el sistema de protección gallego y ser quien "acaba provocando" este tipo de situaciones violentas.

No obstante, la oposición sitúa las políticas de la Xunta y del PP en Galicia en el entorno de unos discursos muy próximos a los que hace la extrema derecha.

Así, la responsable de Infacia del Bloque Nacionalista Galego, Ariadna Fernández, no ha dudado en condenar “firmemente" el acto vandálico sufrido por el centro que la administración autonómica construye en Monforte para la acogida de menores migrantes.

Además de esto, también le ha pedido Rueda que abandone “los discursos de odio reiterados, que abandone palabras como 'guetos', 'menas', 'rechazo', y todo lo que implique oponerse a la llegada” de estos niños y adolescentes que “están solos” y que “buscan un futuro mejor, al igual que lo hicimos nosotros los gallegos en otro tiempo”.

Del mismo modo, la dirigente del BNG ha instado al PP en la Xunta que “no utilice” a estos menores, que “no deshumanice y que actúe con decencia, con dignidad y con responsabilidad”. Todo esto, a su juicio, “parece que falta en el Gobierno gallego”.

Por su parte, también el PSdeG, a través de su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, también habló este fin de semana de este asunto. Lo ha hecho en Pontevedra donde coindició con los nacionalistas a la hora de advertir "contra el discurso de odio”, al tiempo que hizo una llamada para plantarse ante la ideología ultra que lo promueve.

En palabras de Besteiro, lo ocurrido con las instalaciones de la localidad lucense de Monforte de Lemos, son "delitos de odio consecuencia directa de unos mensajes y una ideología que, entre todos, tenemos que parar”.

"No podemos consentir que se sigan produciendo", apelando el líder de los socialistas gallegos a la "responsabilidad del conjunto de la sociedad".