La ola de incendios que convirtió agosto en el mes más dramático de la historia de Galicia en esta materia, no deja de generar noticias.

Una de las últimas se ha conocido hoy y tiene que ver con la afectación real provocada por el fuego. El presidente autonómico, Alfonso Rueda, en su comparecencia de la semana pasada, aunque se apresuró a aclarar que no lo decía para restar importancia a lo ocurrido, sí que ofreció unas cifras distintas a las de otros organismos e, incluso, recalcando que un porcentaje importante de los incendios afectó a zonas sin árboles.

Este martes, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia, Adega, dio a conocer la superficie devastada en las zonas más protegidas, es decir, las que forman parte de Rede Natura 2000, indicando que el fuego “afectó significativamente a los espacios protegidos y en particular a los de la provincia de Ourense”.

Cabe subrayar que estas cifras las solicitó Adega al Sistema Copernicus-EFFIS (European Forest Fires Information System), y revelan que fueron 37.819 hectáreas las quemadas en Rede Natura 2000 durante los incendios de agosto. Esto supone el 26% de todo lo quemado en lo que va de año y casi el 11 por ciento del conjunto de espacios protegidos de toda la región.

Según la Asociación, se trata de “la mayor afectación por extensión quemada y porcentaje a esta figura de protección europea desde su instauración en Galicia”, hace ya más de dos décadas.

En su análisis, Adega también pone de manifiesto que la ola también acabó con otras 8.841 hectáreas en áreas que, precisamente, habían sido propuestas para ampliar la Rede Natura 2000 y que estaban incluidas en la Estrategia de Infraestructura Verde. Lo terrible es que, en algunos casos, como la Serra de Vilamartín, “han ardido por completo”. Como recuerdan la entidad naturalista, solo en 2011, en la gran ola de incendios que se recuerda por la imagen de Alberto Núñez Feijóo con una manguera, la superficie quemada en espacios protegidos se situó en las 10.949 hectáreas, muy lejos de las casi 38.000 actuales

"Oscurantismo" y "trumpismo ambiental"

Adega llama la atención sobre el hecho de que haya sido una asociación ecologista y no una administración la que ponga sobre la mesa “datos contrastados” sobre la incidencia real de los incendios en estas zonas protegidas.

En este sentido critica con dureza la “opacidad y la desinformación” puestas en práctica por las Consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural “durante esta ola”, una actitud que, a juicio de la entidad, “fue pareja a su dejadez e inoperancia”.

Además de que no se conozcan datos oficiales de cómo han afectado los incendios este 2025 a la Rede Natura, denuncian que tampoco se sabe “cuál es el plan de la Xunta, si es que existe, para la recuperación de la biodiversidad y de los valores ecológicos de estos espacios, de especial valor para o conxunto da sociedade”.

Precisamente los responsables de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia hacen referencia a aquellas palabras de Alfonso Rueda en las que hablaba de que un porcentaje importante de los incendios se centró en “piedras” y “matorral” o de la conselleira, Ángeles Vázquez, que “relacionó lobos e incendios”, son “lamentables” y un ejemplo muy evidente de la “preocupante ignorancia y de un 'trumpismo' ambiental inaceptable en unos responsables públicos”.