A sus 45 años, Mar Galcerán se convirtió en septiembre del año pasado en la primera diputada de Les Corts Valencianes con síndrome de Down. ElPlural.com ha querido recuperar la entrevista que tuvo la oportunidad de hacerla entonces aprovechando el hito de este jueves, día en el que se ha aprobado por unanimidad del Congreso (a excepción de Vox) que se elimine el término "disminuidos" del artículo 49 de la Constitución y se sustituya por el de "personas con discapacidad".

Se trata de una persona que no lo ha tenido fácil, sobre todo en el el instituto, donde las chicas tendían a evitarla, por lo que la política le sirvió también como vía de escape. Así, apenas alcanzada la mayoría de edad, aterriza en las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP, partido al que se dedicará en cuerpo y alma a lo largo de su trayectoria y que en última instancia representa desde ya con un escaño en la Cámara autonómica. 

Le abarca un extenso currículum. Ha trabajado trece años como internina en la Conselleria de Presidencia de la Generalitat, obtuvo plaza a la primera tras aprobar las oposiciones adaptadas para personas con discapacidad (2010), ejerció de presidenta de la asociación Asindown y, hasta ahora, ha trabajado en el Comité Ejecutivo Autonómico de la formación en la Comunidad. 

Galcerán se autodefine como una persona muy familiar con hobbies muy variados, desde la música y el baile de muy distinto índole -sevillanas, jotas valencianas, comparsas- hasta el deporte como el atletismo o algún otro que revela en las próximas líneas. 

Lo que vas a leer a continuación es una entrevista a la política, por supuesto, pero por encima de todo a la persona. Un ejemplo de superación que, ojalá, todo el mundo, independientemente de la papeleta que deposite en las urnas, sepa valorar. Un llamamiento a la sociedad para que dé la oportunidad a todo el mundo y valore las capacidades de cualquiera después de conocerle, nunca antes.

PREGUNTA (P): Finalmente, debido al trasvase de miembros del partido entre Les Corts y el Gobierno ha sido posible que entres en la Cámara. Evidentemente, detrás hay un trabajo incansable, pero ¿se podría decir que ha sido una bonita casualidad del destino?

RESPUESTA (R): Sí, se puede decir destino… Me planteé ser diputada autonómica después de que me metieran en las listas de las pasadas elecciones autonómicas. Y ahora que he llegado, me alegro de ver que voy a poder trabajar con los ciudadanos.

P: Estos días has jurado el cargo, la semana pasada recogiste el acta. ¿Cómo está siendo esta primera toma de contacto?

R: De adaptación, preguntando qué es lo que se hace y tomando conciencia de lo que tengo y el trabajo que voy a desempeñar.

P: ¿Entraba en tus sueños de niña ser política?

R: De niña no tenía ese pensamiento. Cuando empecé a querer algo más en la política fue cuando me nombraron secretaria en el área de personas con capacidades diferentes dentro del Comité Ejecutivo Autonómico. Siempre he sido del PP, eso me viene de todo la vida, pero de pequeña no, está claro.

Era muy joven cuando pertenecí a Nuevas Generaciones (NNGG), y también me viene por ahí. Luego me dieron la oportunidad de entrar en listas autonómicas y pensé que podía llegar a ser diputada. El siguiente paso ya se da cuando empieza a correr la lista (estaba en el número 20), y aquí estamos.

Para mí es una satisfacción, algo muy emocionante y muy grande. El poder trabajar por y para los valencianos no es moco de pavo, aunque también conlleva mucha responsabilidad.

P: ¿Dirías que son los días más felices de tu vida?

R: En la actualidad, sí.

P: ¿Sufriste algún tipo de menosprecio de pequeña o de joven? He leído que de adolescente las chicas te hacían vacío.

R: Sí, de pequeña no tanto, quizá más en la adolescencia.

P: Entiendo que esto también es una forma de responder a esas personas, que evidentemente se equivocaban.

R: Sí que siento que es así. La gente ve una persona con discapacidad y deja de lado las capacidades de las personas. Por eso a mí me gusta más hablar de capacidades diferentes.

Prefiero quedarme con que se pueden conseguir las cosas y que podemos dar ejemplo ante una sociedad muy paternalista y llena de prejuicios. En seguida te ven y se preguntan si serás o no capaz; y lo dicen sobre una persona que ni siquiera conocen. Antes de juzgar hay que conocer a la persona.

 

Podemos dar ejemplo ante una sociedad paternalista y llena de prejuicios

 

P: A raíz de este paternalismo, has manifestado en varias ocasiones que te da rabia que os traten de manera diferente. ¿Te ha pasado alguna vez dentro de la política o tienes miedo a que te traten distinto? Con menos dureza, por ejemplo, en el tono político.

R: En la política nunca he tenido problemas en este sentido. Desde NNGG me han tratado como una más y he participado de todo lo que ha organizado mi partido. Y ahora en las Cortes el trato es el mismo, no ha cambiado, porque saben cómo soy, por lo tanto, ninguna diferencia.

P: En el Parlamento Valenciano encontramos varios ejemplos; y ha habido varios a lo largo de los años: el de Laura Soler (PSOE), con movilidad reducida, el de Pilar Lima (Unides Podemos), como primera diputada autonómica sorda. ¿Es también este espacio un ejemplo de lo que debería ser la sociedad?

R: Efectivamente…

Yo puedo hablar de mi partido. Se ha visto que aceptan la diferencia como un valor. La prueba está en que me dieron la oportunidad de ser la secretaria en el área de personas con capacidades diferentes, después de presentarme en las listas autonómicas y luego de ser diputada. La oportunidad siempre me la han dado, siempre he recibido apoyo y un trato de igualdad. Conmigo misma soy una persona muy exigente, pero en el partido no porque ya me conocen. Ya son muchos años.

P: La diversidad plantea retos, tanto en la Cámara regional como en el Congreso de los Diputados. Recuerdo la ‘pelea’ histórica de Pablo Echenique. ¿Qué retos quedan pendientes para que todas las personas puedan expresarse en igualdad de condiciones?

R: Yo acabo de llegar. Mi reto pasa por hacer mi trabajo lo mejor posible y aprender de mis compañeros. Pero si hablamos de retos yo hablaría de la necesidad de trabajar por una normalización plena.

P: ¿Ha avanzado lo suficiente la sociedad?

R: Está cambiando, pero falta mucho. Falta cambiar la visión que se tiene hacia las personas diferentes. Que crean en sus capacidades. Y eso primero pasa por conocer a la persona, porque se puede tener una opinión, pero ¿en base a qué?, si no se sustenta. No puedes juzgar sin conocer. Pero sigue pasando. Y hay mucho que trabajar ahí.

No nos pueden juzgar sin conocer, pero sigue pasando

 

P: ¿Qué propones o proponéis para avanzar en estos aspectos?

R: Empezaría desde pequeños. Que cuando un niño con capacidades especiales vaya a la escuela cuente con los recursos necesarios para tener una educación de calidad. No va de que se aísle, sino de que participe, de que se involucre con los demás y los demás con él, porque si no, no habrá integración ni inclusión. Siempre digo que la escuela es el reflejo de la sociedad. Si queremos que la sociedad sea diversa y que nos volquemos todos, la escuela tiene que ser igual.

P: Deteniéndonos un poco más en el lado menos serio. Te gusta el running y el baile pero, ¿qué más aficiones tienes fuera de la faceta política?

R: Me gustan las sevillanas, las jotas valencianas y estoy en la comparsa de moros y cristianos aquí en Valencia. Si me surge un plan con amigos… Deporte, baile y ocio, digamos.

También me gusta mucho, aunque lo practico muy poco porque solo lo hago una vez al año, el esquí. Lo hago desde los cinco años.

P: Me has mencionado a tus amigos. ¿Qué te dijeron estos y tu familia? ¿Qué te vienen comunicando estas semanas?

R: Se alegraron mucho, me felicitaron y me dijeron que siga adelante en mi nuevo reto, pero siempre sin perder el horizonte.

P: ¿Qué mensaje mandas desde este periódico a las personas con capacidades diferentes que a veces se sienten inferiores y que quieran llegar a algo en la vida? A lo que sea, no necesariamente a ser políticos.

R: Antes de nosotros, insistiría en la sociedad. Que se abra, porque el esfuerzo por nuestra parte ya es demasiado grande de por sí. Es decir, no todo el trabajo es nuestro, sino también de la sociedad. Incido, que nos conozcan, que sepan cómo somos, porque solo de esta manera se podrán superar los tópicos y los prejuicios.

En lo que respecta a la gente con capacidades especiales, les diría que mucho ánimo y fuerza. Que sigan adelante y que no se pongan un ‘no’. Que lo sigan y lo persigan. Se van a encontrar con muchas personas y unas les apoyarán y otras no, pero así es la vida. Hay que seguir adelante.