La semana terminó como se sabía que iba a terminar, con la convocatoria de elecciones en Aragón. Tras un último encuentro el viernes con Vox, se confirmó la nueva cita electoral para el próximo 8 de febrero.
La decisión del PP aragonés, justificada en su negativa a aceptar para la aprobación de los presupuestos, las mismas premisas que la ultraderecha exigió en la Comunidad Valenciana, tiene, sin embargo, mucho de estrategia, como confirma el poco interés que el equipo de Gobierno de Jorge Azcón ha mostrado en sacar adelante las cuentas.
El portavoz de la ultraderecha, lo tenía claro. "Quiere elecciones y para tener un relato de ha buscado la excusa de los presupuestos", aseguraba Alejandro Nolasco tras su reunión del viernes, lamentando que el PP hubiera filtrado la fecha de la cita con las urnas antes, incluso, de que finalizara el encuentro entre los líderes de ambas formaciones.
El Partido Socialista ha mantenido la mano tendida a la formación 'popular' para hacerlo sin la ultraderecha. La secretaria general del PSOE de Aragón, Pilar Alegría, le garantizó al presidente su voto a favor al techo de gasto y predisposición a pactar las cuentas públicas.Sin embargo, los de Azcón nunca han considerado esta posibilidad. El Ejecutivo esgrimió como razones a su rechazo, que el PSOE “no es de fiar” y consideró la postura de la ministra “impostada”. A su juicio, la intención de la titular de Educación, Formación Profesional y Deportes era evitar otra convocatoria electoral en plena crisis del PSOE por los casos de corrupción y de acoso sexual.
Esta misma semana, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Fernando Sabés, instaba a Azcón a explicar a los aragoneses "su capricho por convocar unas elecciones”. “Está claro que prefiere seguir de la mano con la ultraderecha y está más cómodo con el extremismo ultra que con la mayoría sensata y centrada de Aragón”, aseguraba durante la sesión plenaria celebrada en las Cortes.
“Si sigue rehuyendo el consenso nos demostrará que sólo le ocupa y preocupa usted y lo que le marca su partido desde Madrid, no los aragoneses”, defendía, anticipándose a lo que se confirmaría poco después, y ofreciendo, una vez más, "diálogo, negociación". “Pero usted prefiere otra estrategia: la de sus dos últimos años, ser un hombre anuncio”, vaticinaba, antes de zanjar: “El relato que inició el viernes tiene un fin: convocar elecciones por su capricho”.
Cerca de la mayoría absoluta
Lo cierto es que las encuestas le son muy favorables al PP. Un sondeo de SocioMétrica del pasado mes de noviembre situaba a los 'populares' cerca de la mayoría absoluta. La formación de Jorge Azcón obtendría dos o tres diputados más, es decir pasaría de 28 a 30-31, con el 35,5% de los votos.
La ultraderecha de Alejandro Nolasco también sumaría apoyos y pasaría de 7 a 11 escaños, llegando al 16,8% de los apoyos. Por el contrario. el PSOE de Pilar Alegría, como el de Extremadura, sufriría un importante retroceso, que podría llegar a ser de hasta seis asientos. De los 23 actuales (29,6%) los socialistas podrían caer hasta los 17-18 (23,9%). El partido de Tomás Guitarte, Aragón Existe, mantendría sus 3 representantes y Chunta Aragonesista pasaría de 3 a 2, los mismos que obtendría IU. Podemos mantendría un diputado, y el Partido Aragonés (PAR) perdería el suyo.
De reproducirse en las urnas estos resultados, el apoyo de los de Guitarte, que ya ahora habían respaldado los presupuestos del Gobierno aragonés, bastaría al PP para volver a liderar el Ejecutivo, de manera que no necesitaría a Vox.
Sondeos anteriores como el de SigmaDos de julio ya situaban al PP en 31-32 escaños y abrían la puerta a esa suma con Aragón Existe (1-2) y el PAR (0-1).
Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes
Síguenos en Google Discover