“Con la intervención de la fosa de Marratxí seguimos cumpliendo con una promesa que este Govern hizo a la sociedad: que no caiga en el olvido el dolor y el sufrimiento de las familias represaliadas y asesinadas por la dictadura franquista”. La presidenta de las Illes Balears, Francina Armengol, ha hecho estas declaraciones con motivo del inicio de la apertura de la fosa del municipio, la quinta que abre el Govern de les Illes Balears desde la aprobación de la Ley para la Recuperación de Personas Desaparecidas durante la Guerra Civil y el Franquismo.
Armengol ha visitado el cementerio de Marratxí junto con alcalde del municipio, Joan Francesc Canyella; la consellera de Cultura, Participación y Deportes, Fanny Tur, y el director general de Participación y Memoria Democrática, Manel Santana. Durante el recorrido, las arqueólogas que dirigen el equipo encargado de la exhumación, Almudena García-Rubio y Francisca Cardona, han explicado las labores que se llevan a cabo.
“No dejaré de decir que los políticos hemos llegado tarde –ha manifestado la presidenta. Pero ahora estamos. Hoy estamos en Marratxí, como antes hemos estado en Alaró, Porreres y Montuiri. Y antes de la aprobación de la ley, en Sant Joan. Seguiremos trabajando para hacer justicia, reparar la dignidad de las víctimas y que las familias puedan llorar a los suyos”.
 
La titular del ejecutivo ha querido agradecer la implicación de todas las personas que han hecho posible los avances para recuperar la memoria en el archipiélago: “a Memoria de Mallorca, a todos los voluntarios y las voluntarias, a los familiares, a todos los profesionales, arqueólogos, antropólogos, historiadores... que han conseguido que en las Illes Balears de una vez por todas empecemos a hacer justicia histórica”.
 
La fosa de Marratxí
 
La intervención de Marratxí se prolongará durante dos semanas y está prevista en tres fosas situadas en el cementerio municipal, donde se estima que hay soterradas un total de cinco personas. Esta fosa se documentó gracias al trabajo de investigación de la profesora Magdalena Jaume y el arquitecto Josep Quetglas. Se espera encontrar los cuerpos de Germà Ballester Janer, Miquel Marquet Perelló y de tres hombres más no identificados.
 
El cuerpo de Germà Ballester apareció el día 17 de agosto de 1936 en la cuneta de la carretera Palma-Inca, en el kilómetro 7,600. Germà Ballester era procurador de la Audiencia, en Palma, donde vivía en la calle de Vallori y donde había nacido el día 28 de marzo de 1878, en el segundo piso del número 40 (hoy, calle de Can Vallori, 20). Casado con Maria Dolors Beneyto Castelló, de Ontinyent, actriz de teatro y comadre de profesión, tenía 54 años y ella 51. No tuvieron hijos.


Las otras personas, no identificadas y que están en esta fosa, fueron encontradas asesinadas:
 
- Un individuo, el día 19 de agosto de 1936, en la cuneta de la carretera vieja de Bunyola, a la altura de la finca de Son Verger, entre las fincas de Son Guillermo y Son Guiem Grau.
- Los otros tres, el 22 de agosto de 1936, en la carretera de Inca, en el kilómetro 7,800 delante de la finca Ses Cases Noves.
 
Plan de Actuaciones 2018 de la Ley de Fosas
 
La intervención de la fosa de Marratxí es la primera en el calendario previsto y se prevé que se alargue hasta entrado el mes de octubre. Posteriormente, en la primera semana de octubre, se llevarán a cabo simultáneamente la segunda fase en el cementerio de Montuïri y los sondeos en el cementerio de Manacor para continuar con el estudio de viabilidad.
Durante la segunda semana de octubre empezaría la intervención en el cementerio de Calvià, hasta el 28 de octubre previsiblemente, y justo al día siguiente se iniciaría la actuación en Sencelles.
Del 5 al 18 de noviembre se prevé intervenir el cementerio de ses Figueretes en Ibiza y, simultáneamente, se podrían empezar los trabajos en el Pou de s’Àguila, en Llucmajor. Del 19 al 25 de noviembre, mientras se acaban los trabajos en Ibiza, se podría empezar la intervención en Porreres hasta mediados de diciembre. Mientras tanto, otro equipo está previsto que exhume el Pou de s’Àguila, en caso de que se localicen restos humanos o, si no, se reanudarían los trabajos en el pozo-osario del cementerio de Alaró.