Oviedo ha sido testigo esta semana de la firma del histórico Pacto por la Salud Mental que se ha suscrito en Asturias. Casi un centenar de entidades se han sumado a este acuerdo, entre asociaciones, colectivos profesionales, pacientes, grupos políticos, sindicatos y otras organizaciones.
El texto busca situar el bienestar emocional de la ciudadanía en el centro de las políticas públicas y servirá de base para la elaboración de la futura ley autonómica.
Asimismo, el documento recoge un decálogo de valores y derechos conformado por los siguientes puntos:
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Reconocimiento de derechos: La persona con discapacidad psicosocial debe ser considerada como un sujeto con plenos derechos, con autonomía y capacidad de decisión.
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El paciente como eje central: La atención debe centrarse en el bienestar de las personas con sufrimiento psicosocial, priorizando sus necesidades sobre los intereses institucionales.
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Enfoque multidisciplinar y prudente: No existe un enfoque único sobre salud mental, por lo que a este respecto son fundamentales la prudencia, la humildad y la honradez sistemáticas.
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Lucha contra el estigma: Hay que prestar atención a los prejuicios propios y externos para combatirlos y visibilizar y normalizar los problemas de salud mental para facilitar que las personas afectadas puedan recibir ayuda.
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Los determinantes sociales: mejorar las condiciones sociales supone mejorar la salud de la ciudadanía, incluida la mental.
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Aceptación del sufrimiento humano: Hemos de reconocer que vivir implica cierto sufrimiento y que por esto no debemos medicarnos.
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Información y evaluación: Las acciones deben basarse en datos fiables y en sistemas de información sólidos, así como en el respeto a la confidencialidad
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Corresponsabilidad social: Todas las personas, colectivos e instituciones somos parte del problema y también parte de la solución.
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La diversidad no es una patología: Hay que reconocer la singularidad individual sin patologizar la diversidad humana.
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Abordaje integral y comunitario: La atención ha de estar centrada, tanto en la persona como en su contexto y redes de apoyo.
Además del decálogo de valores, el pacto contempla otras medidas concretas en materia de atención sanitaria.
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Refuerzo del personal del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA): Antes de que finalice el año se incorporarán seis nuevos psiquiatras y cinco psicólogos clínicos.
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Plan de salud mental infanto‑juvenil: La detección temprana es clave para mejorar la calidad de vida y reducir la incidencia de problemas más graves en etapas posteriores. Dentro de este marco, se abrirá un hospital de día para adolescentes en Gijón, se ampliará a diez camas la unidad juvenil del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y se rehabilitarán instalaciones en Langreo y Cangas del Narcea.
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'Agenda Única del Suicidio': Se creará una Agenda Única del Suicidio que incluya protocolos homogéneos para la prevención, detección e intervención precoz.
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Dirección General de Salud Mental: Dentro de la Consejería de Salud se pondrá en marcha un órgano encargado de planificar, coordinar y evaluar las acciones en materia de salud mental.
Distintas asociaciones firmantes como AFESA o ACCEM han celebrado la creación de esta pacto que esperan se traduzca en "medidas que mejoren la vida de las personas y garanticen su plena participación en la sociedad. "Es un paso relevante para avanzar en la mejora de la atención y la prevención en salud mental en Asturias", aseguran.