El Gobierno de la Comunidad de Madrid se refuerza de cara a la gestión de la crisis del coronavirus. Isabel Díaz Ayuso se rodea de expertos que sean capaces de prever lo que va a suceder, anteponerse y hacer frente a los problemas derivados de la epidemia de la mejor forma posible. El nombre elegido por los populares es el de Antonio Burgueño, quien impulsara en 2013 el “plan ahorro” para la sanidad pública que incluía la privatización en la gestión de seis de los centros de la comunidad.

Las críticas no han tardado en llegar. José Ramón Arribas, jefe de Enfermedades Infecciosas de La Paz-Carlos III, ha mostrado su malestar en redes sociales: “Respetuosamente le solicitamos que reconsidere el nombramiento de Antonio Burgueño como coordinador frente a COVID-19, una persona que cuenta con el rechazo de gran parte de la sanidad madrileña”, pedía a la presidenta regional.

Pero no ha sido el único, ya que también ha encontrado un espaldarazo político. Mónica García, portavoz de cuestiones sanitarias de Más Madrid en la Asamblea, ha reprochado a Díaz Ayuso este nombramiento tirando de hemeroteca. La dirigente ha colgado un vídeo en el que se puede escuchar al nuevo fichaje de la administración madrileña considerar como entrañable que la consulta de atención primaria costase entre 30-50 euros o calificar como un “entorno empresarial de inversión” a la pública.

La hemeroteca de Burgueño

“El pago directo de 30, 40, 50 euros del paciente al médico de cabecera redundaría en un modelo sanitario más entrañable (…) No podemos seguir ni con médicos ni empleados sanitarios funcionarios (…) Los hospitales no pueden seguir siendo propiedad del Estado”. Estas frases han sido dichas por Antonio Burgueño, director de Hospitales de la Comunidad de Madrid y artífice del llamado Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, con el que el Gobierno del PP en Madrid pretende dar un paso más en la privatización del sector dejando en manos privadas la gestión total de seis hospitales y una veintena de centros de salud.

Burgueño proviene de la sanidad privada. Ha sido director médico de la aseguradora Adeslas, entre 1990 y 2001. Trabajadores de la sanidad le acusan en las redes sociales de tener intereses ocultos precisamente por sus nexos con la sanidad privada. Es significativo, que precisamente sea su hijo, Antonio Burgueño Jerez, jefe de Unidad de Desarrollo de Negocio y Calidad de Ribera Salud. Esta empresa, pionera en la Comunidad Valenciana en la gestión privada de hospitales públicos, es la que suena con fuerza para quedarse con la gestión de los hospitales madrileños que se privatizarán. ¿Sólo una casualidad?