Por segundo año consecutivo, este Sábado de Pasión ha vuelto a procesionar en Málaga la Cofradía del Cristo de la Clemencia y Santa María Divina Providencia desde la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Una procesión, la del popularmente denominado ‘Cristo Mutilado’, que fue imposible de realizar durante más de 46 años ante la negativa de los responsables de la Cofradía de restituir las piernas de la talla que le fueron cercenadas en 1936.

Y es que durante años, la Cofradía cayó en la irrelevancia y en la nula actividad (incluso la Agrupación de Cofradías tomó la decisión de desagruparla) por su negativa a restaurar y restituir sus piernas al Cristo. Todo ello con el objetivo de impedir el culto público de una imagen que pretendieron convertir en un símbolo exclusivo de los combatientes mutilados del bando franquista.

Así, sin pierna ni pie, año a año, el Cristo era expuesto como una especie de ‘imagen política’ celebrando los viernes santos un Vía Crucis únicamente en el interior de la parroquia de los Mártires. Sin ningún tipo de culto externo desde 1994 (a decisión del propio Obispado de Málaga), la imagen del Cristo no desfilaba oficialmente por las calles de Málaga en Semana Santa desde 1976 por prohibición eclesiástica y ante la indignación de sectores democráticos del clero malagueño que incluso trasladaron sus quejas al Vaticano por la utilización de la talla por parte ‘del bando vencedor’.

Incumplían desde la Cofradía, de este modo, el propio Código de Derecho Canónico que recoge que “nadie puede colocar o hacer colocar, tanto en iglesias como en otros lugares sagrados, incluso los exentos, ninguna imagen insólita, a menos que haya sido aprobada por el ordinario del lugar”. 

El Cristo Mutilado de Málaga
La imagen del Cristo de la Clemencia un un Via Crucis del Viernes Santo. ElPlural.com
 

Por primera vez acompañado de nazarenos

Lo cierto es que desde acaba la guerra, la extrema derecha combinó fe y política en los cultos religiosos del Cristo de la Clemencia. De hecho, cuando la cofradía salió en procesión por primera vez el Jueves Santo de 1939, la talla atribuida al escultor Jerónimo Gómez, fallecido en 1719, estuvo acompañada por 300 mutilados uniformados que portaban un escapulario y velas.

El Jueves Santo de 1940 volvió a salir a la calle luciendo sus hermanos un traje civil o uniforme militar y capas blancas en ambos casos. Algunos llevaban uniforme falangista. Durante unos años también fueron ataviados con el ‘traje de cruzado’, originado en los uniformes de las órdenes militares, eran penitentes ‘caballeros cruzados’. Más adelante el trono comenzó a ser portado por soldados que hacían el servicio militar en Málaga.

El hecho de no llevar jamás nazarenos en su cortejo también se ha dejado atrás este 2023. Y es que el pasado mes de enero, la Cofradía de la Clemencia abría el plazo “para fieles y devotos” que quisieran acompañar al antiguo Cristo Mutilado este Sábado de Pasión.

Así, se ha producido un momento histórico, cuando por primera vez este sábado, ‘El Mutilado’ ha ido acompañado por nazarenos. Un equipo penitencial que lleva la firma de Fernando Prini, de 1993.

Con esta incorporación de los nazarenos se ha producido el último hito de una Cofradía que ha actualizado sus estatutos, incorporado a la titular mariana, restaurado al Señor, restituido las piernas, y cambiando la antigua advocación por una mucho más próxima a la Pasión de Jesús: Clemencia.

Una imagen 'guerracivilista' de un Cristo mutilado divide a las cofradías malagueñas
Así procesionaba el Cristo durante el franquismo. 
 

Cristo y trono restaurado

Al margen de los nazarenos, miles de malagueños han mostrado su devoción a un Cristo restaurado en el taller de Juan Manuel Miñarro. Este especialista sevillano no solo consiguió la restitución de sus piernas, sino que ‘puso al día’ una talla mal conservada durante décadas, mal restaurada en 1999 y 2012 y que encima sufrió una caída accidental en uno de los viacrucis celebrados los viernes santos.

Además del Cristo, la Cofradía también ha restaurado años atrás el imponente trono que ha sido mejorado por el tallista y dorador Alberto Berdugo. La estructura de la mesa lleva la firma de Agustín Fernández.

Como el año pasado, la salida procesional del portentoso Crucificado se ha producido desde el interior del templo de la calle Compañía, que lidera la comunidad jesuita de Málaga.

Todo ello a pesar de que la cofradía del Mutilado tiene su sede canónica en el Sagrario de Málaga, aunque actualmente se encuentran en la Catedral debido a las reformas del templo.