Durante su comparecencia en la comisión de investigación que se celebra en el Congreso de los Diputados sobre la gestión derivada de la Dana que tuvo lugar el 29 de octubre de 2024 y que se cobró la vida de 229 personas en la Comunidad Valenciana, el que fuera jefe de Gabinete y compañero de piso de Carlos Mazón, José Manuel Cuenca, ha asegurado que no recuerda haber pedido a la exconsellera de Interior y Emergencias, Salome Pradas, que no molestara al presidente durante la jornada de la catástrofe.

Este lunes durante su cita en la Cámara Baja y después de haber testificado en el juzgado de Catarroja, Cuenca tuvo grandes enfrentamientos: el primero, con la diputada valenciana de Sumar (Compromís), Àgueda Micó, a cuenta de la factura del Ventorro y de la vergonzante y “mala gestión” del Partido Popular". "El presidente estuvo siempre localizado para cualquier momento que pudieran reclamarlo para la emergencia", dijo Cuenca.

Pero, además, el que también fuera secretario autonómico de comunicación de la Generalitat valenciana tuvo otro relevante choque con el diputado de Sumar (Compromís), Alberto Ibáñez, respecto a la “confusión entre el partido y la institución” del Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Durante su -tenso- turno de palabra, Ibáñez arremetió contra Cuenca y radiografió las incoherencias del entrono político de Mazón. Cuenca confirmó que Pilar Montes, la que era su número dos y directora de la secretaría general de la presidencia de la Generalitat, fue quien agendó la comida de Mazón y la periodista Maribel Vilaplana y reservó mesa para la supuesta comida de trabajo como presidente del partido autonómico. El PP, que había negado su vinculación como entidad en aquella sobremesa, sacó a la luz -más de un año después- una factura confusa sobre lo que costó aquella comida, sin indicar que consumieron los comensales.

Asimismo, el diputado Ibáñez preguntó al íntimo colaborador de Mazón si Josep Lanuza, asesor progresista e independiente a sueldo del ahora exmandatario, le acompañó en su entrada en el Cecopi a las 20.28 del Día D. “Sí, eso me dijo el presidente”, respondió rápidamente Cuenca. Al tiempo, el diputado le preguntó por la habitualidad de la confusión entre el partido y la Generalitat debido a que Lanuza, presente en aquel centro de operaciones, no tenía ningún cargo ni responsabilidad en la Generalitat ni en el partido, algo que Cuenca reconoció pero redujo a la categoría de “interpretación”. Por su parte, Ibáñez alegó que aunque sea algo que no le interese a Cuenca, sí que le interesará al juez Juan Carlos Peinado, en una clara referencia al juicio que investiga las preguntas irregularidades profesionales de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y más concretamente, en las funciones que ejercía la asesora de esta en el Palacio de la Moncloa.

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Así, Ibáñez deslizó la posibilidad de poder encausar al compañero de piso de Mazón por un presunto delito de malversación. Con todo, en aquella jornada también declaró el conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, quien aseguró que se fue a su casa “con la falsa tranquilidad” que le había transmitido la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, quién según ha dicho, les trasladó que a las 18.00 horas remitiría la alerta roja y dado que no había carreteras cortadas. El consejero insistió en que la información de la que disponían era “escasa” , algo que el diputado de EH Bildu, Mikel Otero, afeó al acusarle de mentir sobre la tarea de la delegada del Gobierno.

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