"No abandono el barco, el barco me abandona a mí", ha declarado Joaquim Nadal, curtido dirigente del PSC. Ahora  lidera, junto a Montserrat Tura y otros rebeldes, una especie de motín abordo. El fantasma de la escisión  es una realidad a primera vista. Ernest Maragall, hermano de Pasqual Maragall, se montó un partidito  fantasmagórico. Sin éxito alguno.

Tránsfugas
Una parte de la vieja guardia del socialismo catalán trata de cargarse ahora a Pere Navarro, primer secretario del partido.  Ferran Mascarell optó por la vía de los tránsfugas y se pasó a CiU. Lo acogió en su momento Artur Mas y lo nombró conseller de Cultura. Otro  tránsfuga fue, hace ya varios años, Jaume Sobrequés, furibundo catalanista entregado a CiU.

Director de orquesta
Esta claro que van a por él. Es decir, que van a por Navarro. De pronto, ha resucitado Manuel Royes, ex alcalde de Terrassa y presidente durante años de la Diputación de Barcelona.  Por cierto, el sucesor de Royes en el Ayuntamiento de Terrassa fue precisamente Navarro, al que ahora pretende hundir. El  mencionado Nadal, en todo caso, es el director de la orquesta.

Ruptura
Trata Nadal de que los críticos hagan piña contra Navarro. Por supuesto, el sector -en el fondo y en la forma-  más nacionalista  y más cercano a la independencia, no quiere en absoluto hacer piña  que impida  la ruptura del PSC. Nunca estuvo el PSC más próximo a su defunción que en la actualidad.

Crispación
El domingo Navarro fue agredido -aun sin gravedad- en la catedral de Terrassa. La crispación avanza en Cataluña y eso no es una anécdota. Estamos probablemente ante  síntomas inquietantes de un horizonte que puede ser ultrajado por la violencia.  ¿Quiénes son los pirómanos que van lanzando fuego, por ahora dialéctico? ¿Quiénes pretenden apoderarse no del seny, sino de la rauxa?

El problema
"La dirección de Pere Navarro, tal como está conduciendo las cosas, no permite nada bueno", insiste Nadal. Y añade: El problema del PSC es saber que ha pasado con los 600.000 votos que separan Pasqual Maragall de Pere Navarro". ¿Pues bien  cuántos votos consiguió Nadal cuando, en el año 1995,  fue el candidato del PSC? Cayó derrotado por más de 500.000 votos ante Jordi Pujol.

Coro de agoreros
Hay muchas explicaciones  para entender este acontecimiento. Perdió por goleada debido a que, por esas fechas, el PSOE de Felipe González se tambaleaba y estaba a punto de perder la Presidencia del Gobierno de España. Salvadas las distancias, convendría que este coro de agoreros -conversos al nacionalismo algunos de ellos-  dejara de atacar  a Pere Navarro y se pusiera a sus órdenes.

Bonanza y tempestades
En tiempo de bonanza es fácil gobernar. Pero en tiempo de tempestades gobernar es muy difícil.  Y si no, repase Nadal lo que viene sucediendo -debido a la crisis- no únicamente en Cataluña. También en el conjunto de España, en Francia, en  Italia y en un largo etcétera. El  PSC ha sido a lo largo de su historia un necesario y eficaz puente entre Cataluña y España.

Una indignidad
Pero los nacionalistas catalanes y los nacionalistas españoles del Partido Popular han hecho cuanto han podido para destruir al PSC. ¡Pere Navarro, no te rindas! Son muchos los que no están dispuestos a avalar una indignidad. Entre ellos, yo mismo.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
En Twitter es @enricsopena