Carles Puigdemont cenaba en un restaurante de Bruselas mientras dos de los ex consejeros que le acompañaron un día antes a la capital belga para constituir un “plan de trabajo” regresaban a Barcelona a bordo de un avión. Todo lo que rodea al gobierno independentista cesado se ha convertido ya en un guión de película tragicómica. Poco antes de las diez de la noche se difundió que Puigdemont regresaba a Barcelona junto a los consejeros, pero ningún portavoz ministerial del gobierno fue capaz de confirmarlo, dado que desde la embajada de España en Bruselas se afirmaba que Puigdemont había amagado con subir al avión pero en el último minuto se había dado la vuelta. Poco antes de que los aviones procedentes de Bruselas aterrizaran en Barcelona, ElPlural avanzaba que el ex President estaba cenando en un restaurante de la capital belga. 

Gritos de traidor al ex consejero de interior

En el avión procedente de Bruselas que aterrizó en el aeropuerto de El Prat a las 23.30 horas viajaban dos ex consejeros: Dolores Bassa, de Esquerra y que ocupaba la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales, y el ex consejero de interior, Joaquín Forn, del PDeCat. Este último tuvo que escuchar gritos de “traidor” al salir a las instalaciones del aeropuerto donde se habían congregado multitud de periodistas. Un grupo de independentistas han perseguido a Forn desde la zona de llegadas de la T1 hasta la entrada del parking, donde los mossos impidieron que se le acercaran hasta que entró en el coche.

Sobre los otros tres ex consejeros que viajaren en secreto a Bruselas se está pendiente de confirmar si han regresado o no a Cataluña

El “Plan de Trabajo” que duró menos de 8 horas

Puigdemont huyo de Cataluña en la noche del domingo al lunes, conduciendo su propio vehículo hasta Marsella donde cogió un avión a Bruselas. Dado que que es ciudadano de la Unión Europea al tener nacionalidad española, puede desplazarse por la UE sin problema alguno puesto que, de momento, no pesa orden de detención en su contra. Nada le impedía pues coger el avión a plena luz del día desde el aeropuerto del Prat.

En la mañana de este martes ofreció una rueda de prensa en la que explicó que no pediría asilo en Bélgica, que se había ido de Cataluña para evitar la “violencia” y que el gobierno “legítimo” de la Generalitat que él representa ponía en marcha un “plan de trabajo” que consistía en que “la mitad” del gobierno catalán encabezado por él mismo ejercería desde Bruselas y la otra mitad, encabezada por “el vicepresidente Oriol Junqueras” desde Cataluña. Al menos dos de los ex consejeros que le acompañaron a formar la mitad del su gobierno en Bruselas si han regresado a Barcelona.