Cuando la legislatura en Cataluña parecía llegar a su fin, cuando todo apuntaba a que sería necesario convocar nuevas elecciones, ERC y Junts per Catalunya (JxCat) llegaban a un acuerdo sobre los diputados suspendidos de la formación liderada por Carles Puigdemont. Pero este acuerdo no se ha convertido en estabilidad, sino en una nueva pelea en el Parlament que queda bloqueado hasta nuevo aviso.

Mientras que los letrados de la cámara rechazaban el acuerdo al considerar que "no subsana los errores" sobre los que ya habían alertado, minutos después, la Mesa del Parlament ha validado el acuerdo. Un pacto por el cual los miembros de la formación de Puigdemont suspendidos por el Tribunal Supremo aceptan registrar de forma oficial unos escritos con los que se comprometen a la delegación del voto.

Pese al rechazo de los letrados, la Mesa le ha dado el visto bueno y es aquí donde es importante recordar que este órgano cuenta con mayoría independentista.

Es cierto que la decisión última la tenía la Mesa y el president del Parlament, Roger Torrent, pues la de los letrados no es vinculante. Pero también lo es que este nuevo choque ha despertado el enfado de la oposición, de los no independentistas. La situación recuerda al enfrentamiento o contradicciones entre la Mesa y los letrados que se vivieron en los días 6 y 7 de septiembre de 2017 con la aprobación de la celebración del referéndum y de la Ley de Transitoriedad e Independencia.

Los servicios jurídicos del Parlament consideran que en el acuerdo hay un “defecto de forma” y por eso, consideraban que ni Carles Puigdemont, ni Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull podían tener la delegación de voto activada y, por lo tanto, aducen que no se deberían de contabilizar sus votos en el pleno.

Pleno suspendido, una vez más

El consenso entre ERC y Junts per Catalunya ha llegado tarde, tanto que no se ha podido iniciar con normalidad el Debate de Política General, que debía haberse reanudado a las 12:00 del mediodía y que finalmente ha dado comienzo a las 17: 00 horas.

Este debate tendría que haber terminado con las votaciones, pero, al no ponerse de acuerdo con la fórmula para dejar suspendidos los derechos de estos diputados, el Pleno ha quedado suspendido hasta la próxima semana, sin hora para reanudarse.

De nuevo, esta situación recuerda al pasado. En julio, comenzó un periodo de tres meses en el que el Parlament no tuvo actividad en cuento a plenos.