La Diada ha tomado este año más que nunca un cariz pro independencia. Y es que, con el referéndum a la vuelta de la esquina, la 'desconexión' ha sido el tema principal de este 11 de septiembre. Además de asegurar por activa y por pasiva que "no tenemos miedo" y que "las amenazas no sirven de nada". A pesar de, como ha asegurado Jordi Sánchez, haber dado "una lección de civismo y democracia", ha habido un colectivo que no lo ha hecho y esos son los miembros de Arran - las juventudes de la CUP -.

Los cachorros de la CUP, ataviados con capuchas y vestidos completamente de negro, han cogido tres banderas y las han colgado en una cuerda. ¿Para exhibirlas? No, que va. Para nada. Para quemarlas. Se trata de los símbolos de España, Francia y la Unión Europea que, con un mechero, los han prendido, comenzando por la bandera española.