No solo por Escocia, que también, sino porque la fecha del 9 de noviembre se acerca irremediablemente y lo único que sabemos del Gobierno es que hará cumplir la Ley -solo faltaba- aumenta la preocupación en el 'establishment' financiero y empresarial por el reto independentista planteado por el gobierno catalán. No solo entre este sector, una parte del Partido Popular también comienza a inquietarse por la falta de respuesta política. El argumentario del Gobierno y del PP, basado en que se hará cumplir la Ley y de que todos los mecanismos que contempla la Ley para impedir el referéndum están listos, da seguridad a la hora de responder a las preguntas de los periodistas, al tiempo de que el mensaje sobre la unidad de España contenta a su electorado, pero ni lo uno ni lo otro solucionan el problema, que no es otro  que una buena parte de los catalanes quieren separarse de España y el actual Gobierno de esa Comunidad también.

Inhabilitación, cárcel ¿y después qué?
El Presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha comprometido a celebrar el referéndum así que todo indica que una vez que el Parlamento catalán apruebe este viernes 19 de septiembre la Ley de Consultas catalana, firmará el decreto que convoca el referéndum. El Fiscal General del Estado ha dado ya instrucciones a los fiscales catalanes y el Gobierno ha filtrado que se convocaría un Consejo de Ministros extraordinario este sábado con un único punto en el orden del día: presentar el recurso ante el Tribunal Constitucional. Si el Gobierno catalán no da marcha atrás, todos aquellos cargos públicos que participen en la convocatoria, organización y realización del referéndum serían denunciados por la Fiscalía e inhabilitados para ocupar cargo público durante seis años. Se apunta incluso que podrían ir a la cárcel. ¿Esa es la solución? ¿Se soluciona así el encaje de Cataluña en España?. Es evidente que no.

Mucha preocupación en el mundo financiero
En estos momentos la gran preocupación del mundo financiero y empresarial español es  Cataluña. ELPLURAL.COM ha recabado opiniones entre diversos representantes del IBEX 35 quienes, en primer lugar, solo hablan desde el anonimato para no incomodar a Moncloa y en segundo lugar expresas claramente no ya su preocupación sino su alarma por el cariz que presentan los acontecimientos.
Las repercusiones económicas para España en caso de una ruptura con Cataluña serían gravísimas (y peores para Cataluña que quedaría fuera del euro), nos arrastraría a una nueva recesión y de nuevo volvería el pánico a los inversores internacionales. Pero al menos dos importantes inversores han destacado también que la independencia de Cataluña afectaría a toda la zona euro, y eso son ya palabras mayores.

Política y diálogo
Obviamente los grandes empresarios y financieros españoles no son sospechosos de ser de izquierdas, muy al contrario, cuando gobernaba Zapatero el Gobierno de Cataluña no planteó una consulta soberanista y, sin embargo, varios de estos empresarios se sumaron al discursos del PP de "Zapatero rompe España" por la reforma del Estatut. Esos mismos empresarios ahora guardan silencio y reconocen que para que Cataluña no se independice "algo habrá que darle", hasta el punto de que el sector financiero aceptaría ahora de buen grado ese Estatut que hace cuatro años tanto criticaban. Al margen de estas consideraciones, el sector financiero sabe que a un problema político de esta magnitud no se le puede dar solo una respuesta judicial, y es por ello que no entienden que "Moncloa y Barcelona no estén negociando". El silencio y la inacción política de Rajoy les inquieta profundamente.

Preocupación en un sector del PP
Buena parte del Partido Popular considera que el independentismo de la Generalitat y una respuesta "con la Ley en la mano" les da votos en el resto de España, pero precisamente para otro sector del PP el problema radica precisamente ahí, en que el desafío independentista catalán se vea, analice y se responda en clave electoral "porque entonces estaremos creando un problema mucho mayor". Hay una frase que repiten tanto empresarios como algunos políticos del PP: "Mariano cree que los problemas se arreglan dejándolos pudrir, por agotamiento del adversario, pero en esta ocasión ni el sentimiento independentista se va a pudrir ni se va a agotar".