El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha montado un dispositivo policial sin precedentes para impedir que Carles Puigdemont se cuele en el Parlament para ser investido president. Después del fiasco de su huida a Bélgica, el Gobierno se la juega. Guardia Civil y Policía Nacional vigilan alcantarillados en los alrededores del Parlament, la frontera y aeródromos.

Según informa La Vanguardia, el despliegue es más que evidente y diferente al de otras citas. Se ha podido ver a agentes en los alrededores del Parlament revisando el alcantarillado del parque de la Ciutadella. También se ha reforzado la vigilancia en la fontera de La Jonquera, con el despliegue de 100 agentes más en Girona, donde el expresidente tiene una casa. Interior también vigila el espacio aéreo, no sólo en los aeropuertos principales sino también en aeródromos.

El propio Zoido reconoció este martes en una entrevista el refuerzo de seguridad para “que Puigdemont no pueda entrar ni en el maletero de un coche”.