La crisis abierta en el Partido Popular de Cuenca tras el cese de Benjamín Prieto como presidente ha escalado en apenas 48 horas hasta convertirse en un auténtico desafío interno contra la dirección regional de Paco Núñez y la cúpula nacional que lidera Alberto Núñez Feijóo. Lejos de cerrar filas, 66 alcaldes y 40 portavoces municipales del PP conquense han firmado un manifiesto en el que reclaman la convocatoria urgente de un congreso provincial para “elegir democráticamente” a sus representantes, en un gesto de clara desobediencia a la línea marcada por Toledo y Madrid.

El movimiento llega apenas dos días después de que Benjamín Prieto, presidente del PP de Cuenca desde 2012, se viera forzado a presentar su dimisión, empujado por la ejecutiva nacional tras los malos resultados del partido en la provincia, donde los populares no han conseguido gobernar ni la Diputación ni el Ayuntamiento de la capital. La dirección nacional decidió entonces designar una gestora provisional presidida por el diputado regional José Martín-Buro, uno de los dirigentes más próximos a Núñez, con la promesa de celebrar un congreso el próximo verano. Pero la maniobra ha sido interpretada por buena parte del partido en Cuenca como un intento de control político y no como una solución transitoria.

En el comunicado conjunto, los alcaldes y portavoces subrayan que “es momento de fortalecer nuestra organización y afrontar unidos los retos políticos y sociales que tenemos por delante”, pero insisten en que ese objetivo solo será posible si el proceso de elección de la dirección provincial es “transparente, participativo y con todas las garantías democráticas”. Los firmantes advierten de que “si queremos mejorar la calidad de nuestra democracia, estamos obligados a perfeccionar el funcionamiento interno de nuestro partido”, en una alusión directa al modo en que Núñez y Feijóo han gestionado la crisis.

Falta de democracia interna

El texto, que continúa sumando apoyos, deja entrever un profundo malestar con las decisiones impuestas desde arriba. Muchos cargos locales interpretan el relevo de Prieto y la imposición de una gestora sin votación como una ruptura con el espíritu de democracia interna que el partido siempre ha defendido de puertas afuera. “El PP debe dar ejemplo de participación si quiere seguir siendo la referencia política de los conquenses”, apuntan algunos firmantes, que aseguran que la actual dirección regional “ha confundido unidad con obediencia”.

La rebelión de los alcaldes llega además tras la dimisión del alcalde de Villar de Cañas, Alejandro Pernías, quien abandonó la gestora apenas 24 horas después de su constitución, alegando que no podía formar parte de un órgano “vacío de función” que niega el derecho de los afiliados a elegir a sus dirigentes. Su salida fue el primer aviso de que la gestora nacía herida de legitimidad.

La figura de Benjamín Prieto, con más de una década al frente del PP conquense, sigue teniendo un peso considerable entre los cuadros locales, y su salida forzada ha encendido la mecha de una crisis que ya trasciende lo provincial. Para muchos militantes, el relevo de Prieto por Martín-Buro simboliza la pérdida de autonomía del PP de Cuenca, subordinado a las estrategias internas del PP de Castilla-La Mancha y a la tutela directa de Génova.

Desde el entorno de Paco Núñez se intenta proyectar una imagen de normalidad, insistiendo en que el proceso se ajusta a los plazos estatutarios y que el congreso provincial se celebrará antes del verano. Pero en las agrupaciones locales el malestar es evidente: una parte importante de los alcaldes siente que el partido se les ha arrebatado desde los despachos de Toledo y Madrid.

El malestar territorial que hoy estalla en Cuenca podría, además, tener consecuencias en otras provincias de la región, donde también se cuestiona el estilo de dirección de Núñez, caracterizado por el control orgánico y la falta de renovación real. A un año y medio de las elecciones municipales, la fractura conquense deja al descubierto el agotamiento de un modelo de liderazgo cerrado y vertical, que ha terminado enfrentando al PP consigo mismo.