El Gobierno de Castilla-La Mancha participará esta semana en el encuentro de la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM) que se celebrará en Palermo (Italia), donde el presidente Emiliano García-Page tiene previsto defender el derecho al agua de los castellanomanchegos frente al trasvase Tajo-Segura. Una postura que, según ha adelantado el vicepresidente segundo, José Manuel Caballero, servirá además para exponer el modelo regional de gestión hídrica basado en el uso eficiente y sostenible de este recurso.

Caballero, que estará acompañado por la directora general de Asuntos Europeos, Nazareth Rodrigo, ha explicado en declaraciones previas que la cita reunirá a representantes regionales y locales de todo el arco mediterráneo y abordará cuestiones clave como la resiliencia hídrica, el estrés por sequía y las inundaciones derivadas del cambio climático, fenómenos que afectan de forma especialmente intensa a territorios como Castilla-La Mancha.

El vicepresidente ha señalado que el encuentro permitirá sentar las bases de una cooperación internacional que favorezca el intercambio de conocimiento y tecnología entre las regiones mediterráneas para adaptarse a los efectos del cambio climático. En este contexto, ha destacado que Castilla-La Mancha se ha consolidado como una referencia europea en gestión eficiente del agua, con políticas avanzadas tanto en el ámbito agrícola como en el municipal. “Lo estamos aplicando en la agricultura, un sector de alto consumo, pero también en nuestros municipios, donde la optimización del recurso es una prioridad estratégica”, ha subrayado.

Durante la Asamblea, la delegación castellano-manchega reiterará su rechazo a los trasvases, que Caballero ha calificado de “absolutamente ineficientes e insostenibles”. “Desde la cabecera del Tajo hasta el Mediterráneo sufrimos un expolio que más pronto que tarde tiene que acabarse”, ha afirmado, defendiendo que existen alternativas viables como la desalación, tanto para el abastecimiento humano como para la agricultura en el Levante español.

En este sentido, Caballero ha avanzado que las regiones euromediterráneas defenderán la desalación como una alternativa eficaz y rentable, gracias a los avances tecnológicos que ya permiten obtener agua a un coste cada vez más asumible. “Nuestra posición será muy clara y contundente: hay que acabar con un trasvase que es ecológicamente insostenible, económicamente ineficiente y socialmente injusto”, ha insistido.

Feijóo ofende a Castilla-La Mancha

El vicepresidente segundo también prevé responder a las recientes declaraciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha acusado de ofender a Castilla-La Mancha por no defender el derecho al agua de la región. “Nos ofendió a los castellanomanchegos, a todos los españoles y, me atrevo a decir, a los europeos”, ha afirmado. “No nos molesta que defienda el derecho al agua de los levantinos, pero sí que ignore el de los castellano-manchegos, que tenemos la misma necesidad o incluso más, porque no contamos con la alternativa de la desalación”, ha añadido.

Caballero también ha advertido de que en la cita de Palermo se abordarán cuestiones vinculadas a las políticas agrarias y los fondos europeos, en un contexto marcado por la propuesta de recorte de la PAC lanzada por la Comisión Europea. El vicepresidente ha asegurado que el Gobierno de Castilla-La Mancha no aceptará reducciones presupuestarias que afecten al campo regional. “No estamos dispuestos a admitir un cambio en el presupuesto comunitario que suponga una reducción de las ayudas a los profesionales de la agricultura”, ha afirmado.

El Ejecutivo autonómico defenderá que las inversiones europeas han sido clave para modernizar el regadío y mejorar la eficiencia en el uso del agua, y que la continuidad de estas políticas es esencial para consolidar un modelo de agricultura sostenible y competitiva.

Así, la presencia de Castilla-La Mancha en la Asamblea Euromediterránea de Palermo servirá para llevar la voz de la región ante Europa y reafirmar una posición firme: el agua es un derecho y no un privilegio, y su gestión debe basarse en criterios de sostenibilidad, equidad territorial y responsabilidad frente al cambio climático.