El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha anunciado este lunes que su partido presentará mociones en las Cortes regionales, las diputaciones provinciales y todos los ayuntamientos de la región con el objetivo de exigir a los dirigentes socialistas castellanomanchegos que retiren su apoyo a Pedro Sánchez y se convoquen elecciones generales. Esta ofensiva política, que se enmarca en la estrategia del PP para desgastar al Gobierno central, ha levantado críticas por su carácter simbólico y por utilizar instituciones que no tienen competencias en esta materia.
"Hoy quiero apelar a las conciencias de los dirigentes socialistas de Castilla-La Mancha para que nos ayuden a acabar con la agonía de esta legislatura, que está corrompida por la corrupción del PSOE", ha afirmado Núñez tras la reunión del Comité de Dirección del PP regional. El líder de los populares ha insistido en que no se trata de apoyar al PP, sino de "retirar el apoyo a Pedro Sánchez" para "que se vean en la obligación de convocar elecciones".
Como parte de esta estrategia, el PP ha confirmado que llevará mociones a todos los plenos municipales y provinciales para que las corporaciones locales y diputaciones se pronuncien de forma unánime a favor del fin del actual Gobierno de España. Además, solicitarán a la Junta de Portavoces de las Cortes de Castilla-La Mancha que este mismo jueves se celebre un debate específico sobre la cuestión.
Sin embargo, ningún ayuntamiento ni diputación tiene competencias para influir en la continuidad del Gobierno central ni en la convocatoria de elecciones generales, que es potestad exclusiva del presidente del Gobierno conforme a lo establecido en la Constitución. Por tanto, el anuncio del PP ha sido interpretado como una maniobra de presión política carente de efecto institucional y ajena a la función que corresponde a las entidades locales.
Los ayuntamientos están para gestionar los servicios públicos, atender las necesidades de sus vecinos y resolver problemas locales. Convertirlos en altavoces de una campaña partidista con objetivos estatales desvirtúa su papel y desvía la atención de lo verdaderamente importante: la gestión municipal. Mientras la ciudadanía espera soluciones en materias como vivienda, transporte, sanidad o desarrollo económico, el PP propone usar los plenos municipales como escenario simbólico de su pulso con el Gobierno de España.
Ruido político frente a la utilidad
Durante su comparecencia, Núñez también ha dirigido sus críticas contra el presidente autonómico, Emiliano García-Page, de quien ha dicho que empieza a dudar si realmente desea que se celebren elecciones. "No sé qué tiene que esconder ni qué nos oculta al conjunto de los castellanomanchegos", ha señalado, acusándolo de mantener un "silencio cómplice" similar al del propio Pedro Sánchez. También ha sugerido que García-Page podría estar calculando un eventual rédito electoral o intentando preservar su posición como un "socialista bueno" enfrentado al Ejecutivo central.
Con esta ofensiva, el PP vuelve a priorizar el ruido político frente a la utilidad institucional. En lugar de centrarse en proponer soluciones concretas para Castilla-La Mancha, ha optado por inundar los órganos de representación local con iniciativas sin base competencial. Una estrategia que, lejos de fortalecer la democracia, pone en cuestión el respeto al papel de los ayuntamientos y el uso responsable de los recursos públicos.