El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha anunciado que viajará este miércoles a Bruselas con el propósito de mantener reuniones sobre la Política Agraria Común (PAC), en un momento en el que el sector agrario vive con preocupación el debate sobre los recortes presupuestarios propuestos por la Comisión Europea. Sin embargo, el dirigente popular ha obviado un detalle esencial: esos recortes los impulsa el propio Partido Popular Europeo (PPE), la formación a la que pertenece el PP español y que preside la alemana Ursula von der Leyen, responsable directa de la propuesta de ajuste.

Durante su intervención en el Foro Permanente del PP sobre la PAC, celebrado en Quintanar de la Orden (Toledo), Núñez ha asegurado que su viaje servirá para “poner cara y ojos a los burócratas de Bruselas” y trasladarles “los problemas del campo castellano-manchego”. Un discurso de defensa del sector primario que, sin embargo, choca con la realidad de su propio partido en Europa, impulsor del nuevo marco presupuestario que pretende reducir el peso de la PAC en las cuentas comunitarias a partir de 2027.

El líder popular ha declarado que “todo el papeleo que escriben en Bruselas acaba afectando a la gente de nuestra tierra” y ha insistido en que “si no tienen en cuenta la voz del agricultor de a pie, de nada sirve lo que legislen”. Pero esas afirmaciones llegan justo cuando la Comisión que preside Von der Leyen —conservadora y apoyada por el PPE— ha planteado un recorte en los fondos agrícolas, lo que supondría un duro golpe para regiones eminentemente rurales como Castilla-La Mancha.

En su discurso, Núñez ha descrito un campo “en guerra” por la sequía, la falta de relevo generacional y el predominio del secano, sin mencionar que las políticas que ahora critica fueron diseñadas durante el mandato de su propia familia política en Europa. Tampoco ha hecho alusión a que el Partido Popular español votó a favor del nombramiento de Von der Leyen y de la estrategia de contención presupuestaria que ahora amenaza los fondos agrícolas.

La maniobra de Núñez busca trasladar la responsabilidad de los recortes a un ente abstracto, “Bruselas”, sin mencionar que detrás de las siglas europeas está su propio partido, el mismo que ahora recorta fondos y endurece los criterios medioambientales que tanto critica en los medios de Castilla-La Mancha. Una estrategia de confusión que pretende convertir al PP en defensor del campo cuando en realidad ha sido su cómplice en la reducción de la PAC.

Viajará a Bruselas con la intención de "defender" el agua

Núñez ha avanzado que también quiere reivindicar en Bruselas "el cumplimiento del Pacto del Agua" firmado hace años en la región, reclamando que se elabore "un documento con un mapa de necesidades hídricas".

La apelación de Paco Núñez a ese pacto, que prioriza el abastecimiento y desarrollo hídrico de Castilla-La Mancha antes de permitir cualquier cesión de agua, contrasta con sus declaraciones fuera de la región. En Murcia y la Comunidad Valenciana, el líder del PP castellano-manchego ha respaldado abiertamente la continuidad del trasvase Tajo-Segura, acusando al Gobierno central de “castigar” a los regantes del Levante, mientras que en Castilla-La Mancha utiliza el mismo asunto para presentarse como defensor de los embalses de cabecera.

En Madrid, su discurso se vuelve más calculado y ambiguo: evita pronunciarse de forma nítida y apela a la creación de un “Pacto Nacional del Agua”, una fórmula con la que intenta contentar tanto a los dirigentes del PP levantino como al electorado castellano-manchego.

Así, mientras en Bruselas pretende reivindicar el Pacto del Agua regional como una muestra de firmeza frente a la gestión del agua, su propio historial político evidencia una estrategia de doble discurso, adaptada a cada territorio y ajena a una defensa coherente de los intereses hídricos de Castilla-La Mancha.